Sabe que no volverá,
Tampoco desea volver al cielo.

Aún recuerda el color de sus mejillas
ese lunar que esconde,
aquel temor que no luce,
su uso obsesionado del destino,
su falta de sigilo,
su amor por sanar lo perdido.

Aquí no pasa nada,
él conoce el desenlace,
este bucle ya lo ha vivido,
un angel vestida de reina,
se esconde en el castillo,
buscando lo obsoleto,
en su estancia intenta dar vida,
pero al observar el abismo,
el abismo mira dentro de ella
y encuentra pecados.

Ahora dejo de ser un juego,
ella debe rendir cuentas,
se enamoró, cayo en la ruleta, fracasó.
Él no quiere dejarla ir,
ella entregá un último beso,
si todo lo solucionará un beso,
él lo sintió.

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