PARA: La Muerte 
El cielo está gris,
ven, llévame,
no alardes de tu ausencia,
extraño tus besos,
tu corazón rebelde,
aquel veneno de serpiente,
aquella piedra de siempre.
Estoy ebrio en el salón,
no, no quiero más odio,
juraste que no lo harías,
juraste que te quedarías
y a la primera chispa de vida, huyes.
Me costó abrir los ojos,
pero lo entendí,
la felicidad es cuestión de tiempo,
no me juzgues,
ambos sabemos que la distancia existe para volver,
decidí dejarlo al destino,
no habría diversión,
no es triste,
sabemos que ocurrirá.
Sé que me estás esperando,
yo también a ti amor,
pienso en tí,
sé que la oscuridad es agradable,
jamás lo he olvidado,
jamás lo haré.
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