I

Eres la luz

que desde niño esperé

cada noche te esperé

sin hallarte

mas te esperé

a que surcaras mi cielo

las estrellas amándose

yo esperándote


II

Arriba nos prometimos

bajar y seguir amándonos

aquí estoy, aquí estaré

la carne nace y muere

por eso mi alma renaceré

cada noche en una ventana

en el campo, en los mares

en esta ciudad tirana

el tiempo regala pesares

como los mares su gris arena

mas no podrá llevarse

las huellas de mis andares

pues por ti errante

anduve las nubes

les planté árboles

en ellos tallé mensajes

y hablé con los aires

de norte a este

sus brisas llevan canciones

escritas para ti, solo para ti

y por si no las oyeras

poemas te escribí

las llevan las aves

las mismas que ves

no son letras profesionales

solo fueron escritas para ti

con sangre de mis soledades

III

He crecido

y en el amor

me han amado

He fingido

entregado a otro candor

y en su sincero amor

busco tus labios

prefiero tus ojos

prefiero tus pasos

desprecio esos besos

yo anhelo tu amor

IV

Me consuelan las noches

creo encontrarte y vuelas

en los rostros soñados

apareces, desapareces

¿quién serás?

¿dónde andarás?

y tus ojos, tus labios

aparecen, desapareces

lloras, cantas, ríes

bailas con las nubes

en vestidos blancos giras

brazos abiertos vuelas

sí, yo te sueño

de día y de noche

yo te sueño

y te pierdo

IV

Ayer vi mis canas

en el cristal del lago

esperándote sigo

dónde estarás

cuándo llegarás

¡con quién estarás!

lágrimas de cielo

cuánto te amo

V

Hoy soy rostro sin luz

temprano habló mi reflejo

claro y sincero

se le arruga el corazón

te imploro con pasión

pues anoche moría

en cuerpo y alma moría

bajo las estrellas

bajo la luna de hiel

y del cielo corrió una lágrima

estrella fugaz de mis deseos

¿dónde estarás?

¿por qué te quedaste?

¿acaso nunca bajaste?

quiero morir para amarte

VI

Ahora soy rostro de luz

despierto y estás tú

irradias brillo a los cielos

son tus ojos

son tus lágrimas de cielo

que caen y besan las mías

unidas con alegría

son tus labios

los que he soñado

los que he esperado

los que había buscado sin suerte

en esta muerte

y en las siguientes

siempre te amaré

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Panamá, República de Panamá. Parque Porras, Calidonia, Distrito Capital.

Foto: Luis A. González G.

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