Cuando te vi llegar, no pude negar,
que hubo algo en ti que me cautivo
con miedo y en secreto no pare de ver,
esa carita, belleza linda que me gusto,
y sin darme cuenta tu mirar me correspondió.
Por mi cabeza pensé como acercarme a tu ser,
invente preguntas sin sentido y sin saber,
que cuando tus labios se movieran para responder
me enloquecería el sonido de tu voz.
No puedo negar que despertaste en mí,
un gran sentimiento, quien sabe tal vez un gran querer,
pero esa ansiedad de verte a cada momento,
me encerró como un loco en el manicomio de
mi corazón.
El alba se anuncia para presentar un nuevo día,
las aves cantan el himno del amanecer,
mientras mi corazón suspira
incesantemente por volverte a ver.
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