Dialogo con la muerte.

─ Que es esa música?

─ La música en tu imaginación, es la música que los acompaña desde que llegan a este miserable mundo… si desbordas de alegría la música que oyes internamente es alegre… si estas triste, tu subconsciente reproduce música triste, por más que exteriormente suene música alegre… ¿estas triste?

─ Por qué estás aquí? ¿Es acaso mi hora? ¿Quieres hacer uso de tu maldad para llevarme contigo? ¿Dejando todo lo que amo en este mundo?

─ yo no escojo la hora, yo no elijo a quien llevar, yo solo soy quien permanece al lado de cada uno de ustedes, mostrándoles la puerta, invitándolos a cruzar… Ustedes lo saben, ustedes dan el paso… yo no tengo ese poder. yo no soy malo.

─ Por qué arrancarme la ilusión de jugar con mis abuelos? ¿Por qué tan pronto los llevaste ? ¿Por qué no pude vivir lo que muchos niños han vivido, esa experiencia huérfana que solo me quedó imaginar?

─ Tienes a tu familia con vida, da gracias por eso… yo no me he llevado nada, yo no mato a la gente… Solo soy…

─ Cállate!!!! Acaso es Dios? ¿Acaso quieres hacerme creer que quien lo decide es Dios? ¿Acaso quién nos dio la dicha de vivir y conocer su maravilla es capaz de ser tan cruel y privarnos de quien amamos?

─ Recuerda que antes de existir el dolor sentiste el amor… así como antes de experimentar el descanso sentiste lo abrumador del cansancio… así como antes de sentir saciedad sentiste hambre… todo es una consecuencia y tiene un punto de partida.

─ Respóndeme! ¿Es acaso Dios quien nos quita la vida?

─ Yo solo estoy esperando a que ustedes crucen la puerta, no tengo el poder de hacerlos cruzar… escucho tu música… estas molesto, escucho tu música con mucha intensidad.

─ y es que acaso los niños, y más aún, los bebés… acaso ellos son conscientes de arriesgar a caminar cerca de ella? ¡Quién puede ser tan hijo de puta para pensar que Dios les quita la vida!!! Acaso no sabes que has matado gente de buen corazón? ¿bebés inocentes, amigos de corazón noble, matando así ilusiones de padres y hermanos que lloran la partida de los suyos mientras premias dejando con vida a violadores, asesinos que se ríen de tu juego? Eres un mal parido!!! ¡Un hijo de puta!!!

─ No tengo la dicha de conocer madre, incluso con los adjetivos que propones… yo no mato a nadie… aquel que tiene el poder de crear luz tiene el poder de crear sombra, aquel que tiene el poder de inventar el amor, tiene el poder de inventar el odio, aquel que tiene el poder darte la vida… es el único que tiene el poder de arrancártela. Lo siento yo no he creado nada… yo no he matado a nadie.

─ Por qué estás aquí si no eres tu quien me puede llevar.

─ Recuerdas aquella noche…me sentiste volando en círculo en tu dormitorio y lograste verme… desde ese momento sabias que yo existía pues me detuve a decírtelo tal como lo recuerdas con ese destello rojo en mis ojos… no todos me pueden ver, pero saben que estoy ahí esperando el momento en que decidan cruzar… nunca he matado a nadie.

─ Ya basta!!! No lo repitas… no es Dios quien nos priva para siempre la dicha de besar a nuestros hijos, hermanos, a nuestros padres… no es él… no lo repitas… él es bondad, el creo la luz, el inventó el amor, el creo la vida… él lo creó…él es el único que puede…

─ lo estas entendiendo… no llores, siento tu música… es música triste…

─ Quiero hacerte una pregunta.

─ hazme la pregunta que más te pueda servir…

─ Hay vida después de la muerte?

─ Si la hay… hay una nueva vida donde reencarnas a curar y sanar lo que no has podido lograr en esta, y de esa manera purificar tu alma para poder perfeccionar, pero lamentablemente no recuerdas absolutamente nada de tu vida anterior.

─ Entiendo, entonces no la hay…

─ Hay algo más que pueda hacer por ti? Escucho tu música, es celestial…

─ Si, desearía una sola cosa más… desde aquel encuentro supe que vendrías por mí y empecé a sanar recuerdos, cerrar capítulos dejando a su vez todo organizado para cuando llegue a cruzar la puerta… esa puerta por la que ahora pido regresar para poder besar por última vez a mi familia y a mi bebé, mi hermosa bebé, a mis amigos, sí, a los que abandoné por culpa del miserable que me los arrancó… y sé que no eres tu… es muy oscuro aquí, no quería morir, no aún…