ARARACUARA

Varios días después de haber llegado al corregimiento del Araracuara en la Amazonia colombiana y de acabar de desayunar a las 7 de la mañana me dijo el corregidor.

-Sale en un minuto una lancha para el corregimiento de la Pedrera, demora el viaje dos días.

Me subí en la lancha con otros pasajeros, me despedí del corregidor. El viaje tranquilo, el paisaje bellísimo, el cielo azul pocas nubes, la brisa nos acariciaba el rostro, se veían los caimanes en la playa y una enorme culebra Anaconda de 7 metros de largo al parecer estaba devorándose un caimán, no vi poblaciones ni casas hasta las dos de la tarde cuando llegamos a Puerto Miraña, un pequeño caserío de cinco bohíos donde viven unos nativos dedicados a la pesca, apenas paro la lancha nos bajamos a almorzar, una nube de zancudos, chupachupas, tábanos y avispas nos recibieron,los zancudos pican durísimo y traspasan la ropa, los chupachupas son unas moscas pequeñas delgadas que se pegan a piel y engordan a medida que succionan la sangre, mis brazos y mi cara estaban llenos de estos insectos, los tábanos pican en el cuero cabelludo dejan los huevos dentro, a los pocos días sale una roncha con gusanos blancos, produciendo rasquiña. Es un infierno el calor insoportable. El nativo que nos atendió antes del almuerzo, en una cuchara nos dio un polvo amarillo diciendo:

  • -Es coca con ambil para introducirlos en la boca y chuparlo, así evitan las picaduras de insectos. Almuercen rápido, suban a la lancha, al frente donde esta esa casa al lado de un corral tienen unos marranos. De allá unos hombres vinieron armados, nos llevaron, nos golpearon y a uno de nosotros lo amarraron a un árbol situado al lado de la casa, nos hicieron ver lo que pasa por no pedir permiso para llevar los cadáveres de los pilotos al corregimiento de la Pedrera, al pobre hombre le cortaron los brazos con una moto sierra y lo botaron en el corral donde los marranos hambrientos lo devoraron, los gritos fueron horribles.

Bajamos al puerto y cuando estábamos sentados, llego una lancha con unos hombres con cachucha, uniformados con botas de caucho, armados de fusiles y ametralladoras, me asuste, tenía miedo, me temblaban las piernas, un sudor frió bajo por mi nuca y mi espalda, casi me desmayo, nos pidieron la cédula, nos interrogaron por nuestra presencia. Me hicieron subir a su lancha, llegamos a la otra orilla me ordenaron bajar y la amarraron a una estaca. Vi que la embarcación donde yo venía arranco, y se fue, me dejaron solo con estos sujetos. “Que me ira a pasar”, pensé. Me hicieron subir por una trocha a la casa de madera, allí vi el árbol con restos de sangre y carne humana con moscas verdes en el suelo,al lado la marranera tuve la impresión, de que los marranos me estaban mirando con hambre. Caminamos por la trocha, cuando sentí la boca de la ametralladora en mi espalda casi me orino en los pantalones, el hombre me dijo: “Apúrele o quiere estar con los marranos y no se apoye ni toque esos árboles que tiene puyas y pequeños escorpiones blancos, su picadura es dolorosa”.

Vi uno pequeñitos escorpiones parecían cangrejitos blancos,llegamos un terreno plano después de caminar un rato me amarraron a un árbol al lado una mesa grande y encima varias motosierras y armas como fusiles y ametralladoras, me aterrorice “Dios mío, me van a torturar cortándome los brazos y piernas con las moto sierras y después matar”. Retiraron los arbustos que tapaban una pista improvisada de aterrizaje, a lo lejos apareció un avión bimotor de carga y dos avionetas que aterrizaron en la pista. De la avioneta se bajó un hombre de bigote negro,vestido de blanco, con sombrero. Lo llamaban el patrón al verme les dijo:

  • – Suéltenlo. – No es peligroso,venia en él un avión que se estrelló cuando viajaba a Leticia.

Se me acercó sonriendo, con acento paisa:

  • -No tenga miedo considérese mi invitado, le pido disculpas por el maltrato, no le va a pasar nada, lo invito a comer, debe tener hambre y sueño, duerme esta noche aquí y mañana viaja por mi cuenta a la Pedrera en la avioneta. Ordeno que me desamarraran.

Se subió a la avioneta en que vino despego a rumbo desconocido. de comida me dieron un plato grande de sopa con grandes trozos de pescado, fariña, farofa y plátano, me instalaron en una camilla dentro de una carpa camuflada. Había una planta eléctrica portátil,dormí al lado de varios barriles de color azul conteniendo un polvo blanco, al parecer era cristal de coca. No había insectos gracias a unas plantas que los repelen y otras insectívoras a las 5 A.M. me despertó unos disparos, un hombre alto y corpulento vestido con una pantaloneta negra, estaba disparando a unos blancos con una ametralladora, al verme me saludo y ordeno subir varios barriles a la avioneta después me encarame a ella, la cual despego a las 7 de la mañana.

Cuando sobrevolaba sobre el corregimiento de la Chorrera, quede boquiabierto, al ver este lugar espectacular, no sabía que Colombia tuviera sitios tan hermosos y sin insectos, donde están las ruinas de las construcciones de la casa Arana al lado de un lago artificial de agua azul transparente cuyo piso es azul, con una bella cascada a un lado y en el centro una preciosa isla con arena y palmeras, le dije al piloto que volara lo más cerca que pudiera al agua,abrí la puerta y me tire de la avioneta al lago hacía calor y el agua fría reconfortante, nade a la cascada y a la isla, el cielo azul, sin nubes,no quería salir de ese paraíso.

Me seque y aproveche a mirar la mansión con sus piscinas sin agua parecía un palacete, de los que se ven en Venecia, conocí al Dr. LINTERNA, encargado del lugar, un paisa de 50 años de edad que se encontraba con varios obreros reparando la mansión quien me dijo:

  • – A este lugar vienen los expresidentes, congresistas, magistrados de las cortes y ministros a pasear con sus familias, el gobierno tiene planeado crear un sitio turístico, para abrir sus puertas en un mes, mando dinero para reparar todo y dar trabajo como guías a los nativos, ofrecer comida típica de la región, saborear jugos de frutas desconocidas en el interior del país arreglando todo con jardines, flores y árboles frutales, para el disfrute de los turistas. También hay otro lugar más hermoso el Gigirimo.

Después de conocer este fantástico lugar me subí a la avioneta para seguir el viaje al corregimiento de la Pedrera.

VÍCTOR A BEDOYA

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