Hoy vuelvo a ser un libro abierto,
con páginas escritas en todos los idiomas,
hasta en el idioma de los gestos,
tengo hojas en Braille para ciegos,
tengo páginas sonoras,
tengo ganas de compartir.
La soledad te invita a querer deshacerte de los fantasmas que te rodean
y se posa en tu hombro
para que te duela y te den ganas de espantarla.
La soledad me invita a escribir
o mejor, me obliga
y la tinta se trastoca con la sangre de mis venas
y escribo mi vida que se me va en cada letra.
Añoro los momentos de alegría y jovialidad
que siempre caracterizaron a este ser.
Las angustias son como cachorros hambrientos
separados de su madre a destiempo
que lloran a gritos y en silencio
los deseos de sentirse queridos
que es uno de los mejores alimentos que existen.
Hoy estoy solo
y tengo a mi alma repartida en cada punto cardinal
atisbando el horizonte
para ver si aparece de una vez y por todas
el ansiado puerto
donde hacer reposar los frágiles maderos de esta angustiada nave…
OPINIONES Y COMENTARIOS