Traté de que no me afectaran aquellos mágicos besos tuyos,
pero me calaron tan hondo que jamás podré olvidarlos;
.
Quise cerrar las puertas de mi corazón a la nueva fragancia que recibía,
pero quedé tan empapado de ella que aún sigue pegada a mi piel;
.
Fingí no haber sentido el inevitable cosquilleo que deja el aviso del amor,
pero se me notaba hasta en el alma;
.
Procuré poner distancia entre nosotros,
pero me sentí un imbécil;
.
Decidí olvidar los momentos que vivimos entregados entre sábanas,
pero fueron esfuerzos en vano;
.
Menosprecié tu sonrisa, tu mirada, tu inocencia…
pero herí mis propios sentimientos;
.
Apacigüé mis ganas de sentirte cerca,
pero me sentí desgraciado;
.
Esquivé la flecha de un asombrado Cupido,
pero ese arquero es infalible;
.
Acepté ser un hombre que no se enamora fácilmente,
pero sabía que me equivocaba;
.
Opté por no darle alas a mis deseos,
pero nadé en el vacío;
.
Intenté escapar de tu atractivo, de tu amor, de la fresca presencia que me ofrecías,
pero estaba a tu merced.
.
Y, ¿para qué negarlo?
¿Por qué resistirse a lo evidente?
A veces pienso que frené mi libre albedrío,
que lastré innecesariamente mis impulsos,
que tuve que haberme dejado llevar por mi instinto y desechar erróneas objeciones,
Porque , ¿qué hay más maravilloso que el amor?
OPINIONES Y COMENTARIOS