Entre lunas bisiestas me quejo
tu olor delira en mí, con cada amanecer
espero verte rectangularmente dentro
en la estación poniente y descuitada de mis antojos
a distancias simples pero estróficas
con murmullos sentidos de espuma que salen de tus vértebras
y ahogan lo que nadie conoce, lo que el viento estrangula
intrínseco pasado en la preforma de actitudes sínicas
me descuentan matices de las vastas doctrinas.
OPINIONES Y COMENTARIOS