Premio de poesía in-VERSO. Club de escritura

Premio de poesía in-VERSO. Club de escritura

Todos los años, entre julio y septiembre: abierto el plazo de admisión de originales

Una iniciativa de la Fundación Escritura(s), con la colaboración de la editorial in-VERSO y de Talleres de escritura Fuentetaja.

Premio: Publicación de un libro en papel

Más información sobre la última edición

Naturaleza muerta de Vanessa Colareta

He aquí una oruga.
Y repta.
Repta hacia el alimento,
Eso es al menos lo que ella cree,
Y además es cierto,
Pero también repta
Hacia su avatar,
Hacia su vida de mariposa,
Y este objetivo
Ella no lo adivina.
Tú, tampoco adivinas todavía
Hacia qué escribes.
Eugène Guillevic

Para la primera edición del concurso quisimos como entradilla unos versos de Nicanor Parra. Pensábamos que ninguna introducción podía quedar de pie después de intentar una definición contundente para la poesía. Un poco de verdad y una aspirina, lo que le pedía Parra a sus poemas, nos parecieron lo suficientemente abiertos para acoger cualquier aportación con ambición poética, ocupe el espacio que ocupe en ese espectro enorme que abarca lo que un autor puede pedirle a su poesía. Con el editor de textos del Club ya habíamos publicado cientos de poemas, pero el concurso de poesía debía acabar con una deuda que nos pesaba desde hacía tiempo. Sin condiciones además, abierto a la poesía hecha solo de palabras, pero también la poesía visual o fonética, grabada en audio o en video. De tema libre, sin más limitaciones que las mínimas: una cierta extensión y su condición de inéditas para poder publicar también en papel al ganador, gracias a la colaboración de in-VERSO, interesada también en incorporar a su catálogo voces emergentes. El resultado fue muy bueno: 618 participaciones, 29.498 votos emitidos por 12.559 usuarios y cerca de 60.000 lecturas.

Para la segunda edición, que repite los objetivos de la primera, hemos querido que estuviera Guillevic, con su Arte poética. Pero también Unamuno, con una interpelación, unos pocos versos de su Caña salvaje: “Huye de lo perfecto, de lo acabado/ no, nada que se acabe,/ nada ya lleno”. Rubén Darío: “Y no hallo sino la palabra que huye”. Y Antonio Machado: “El alma del poeta/ se orienta hacia el misterio”. O, con otro tono para el mensaje, Ángel González: “Esto es un poema./ Mantén sucia la estrofa./ Escupe dentro”.

Bases del concurso

El tema es libre. Se puede presentar un solo poema o un conjunto de poemas hasta un máximo de unos 200 versos (2.000 palabras).

Admisión de originales hasta mediados de septiembre. Periodo de votaciones: de mediados de septiembre a mediados de octubre. Fallo del Jurado: finales de noviembre

Para poder acceder a los premios será necesario haber puntuado un mínimo de 10 poesías en el periodo de votaciones. El club es un espacio para ser leído y comentado, pero también para leer y comentar las obras de otros.

Cada participante podrá presentar un máximo de una obra (que puede ser la suma de varios poemas) que deberá ser original e inédita.

El participante no podrá retirar su obra una vez cerrada la convocatoria.

Víspera de lunes, el libro del ganador de la primera edición

Tras el fallo del Jurado de la primera convocatoria, Alberto Pérez Domínguez ha trabajado duro con los editores de in-VERSO para hacer realidad su libro, Vísperas de lunes, que se publicó en septiembre de 2018.

La poesía que se escribe hoy

Una explicación para la poesía tiene que estar hecha de trazos gordos: como expresión, como manifestación de un yo, de un ser íntimo, que hace del equilibrio entre lo mostrado y lo reservado material poético. Quizá, de hecho, no haya que plantearse qué es la poesía, sino qué poesía se escribe y se lee hoy, quién la escribe y la lee, qué busca esa poesía, y qué consigue. Nos interesa mucho cómo actualmente nuevos autores han querido otra aproximación a la poesía, quizá más desinhibida, menos deudora de su tradición (con los matices que se quiera), desacomplejada, pero sobre todo mucho más compartida y más abierta al comentario. Vida en palabras dice Parra. Nada que ver con las tiradas mínimas de la poesía en cualquier otra época. Como si ese supuesto, generalizado antes, de que la poesía es algo difícil, poco accesible, hubiera sucumbido a nuevos hábitos que la web, sobre todo las redes sociales, ha facilitado enormemente: ahora cualquier autor puede compartir su poesía con un número de lectores potenciales enorme, y también comentarla, discutir sobre ella, editarla, e ir estableciendo una red de textos y autores afines con los que poder dialogar. La inmensa minoría de Juan Ramón es ahora otra cosa. También el arma cargada de futuro de Gabriel Celaya.

neorrabioso

A la poesía le ha sentado bien internet. Hasta convertirla en un fenómeno, en noticia recurrente, con un antes y un después que separan los números, por el aumento enorme de autores y lectores que tiene detrás de sí lo que se publica ahora, pero que necesita, para explicarse, de las nuevas formas de edición, de la comunicación que han abierto las redes sociales como un cauce ancho y horizontal y muy caudaloso. Porque la información y la comunicación masivas tienen mucho que ver con la sensibilidad de nuestro tiempo; y también con el lenguaje con el que la expresamos. No es tanto un corte generacional que marque dos mentalidades como una escala que mide la progresiva familiaridad con los nuevos dispositivos electrónicos para hacer y compartir poesía (aunque no haber tenido que cambiar de hábitos pueda darles una cierta ventaja a los más jóvenes). Y no es tampoco la sustitución del papel por la pantalla: la resistencia del papel y los embates de la pantalla. Pero el desconcierto que suman todos esos factores funciona bien para buscarle otro enfoque y otra actitud a las funciones, límites, formas, temas y lenguaje de la poesía. Como si alguien de pronto hubiera abierto una puerta.

No es fácil responder a la pregunta de si hay ahora un modo distinto de relacionarse con la sentimentalidad o un lenguaje distinto para expresarla. O si esta poesía es tan buena o tan mala como han dicho algunos críticos. Pero su silueta más general es bien reconocible: con una fuerte presencia de lo visual (y la cultura de la imagen), con referencias a elementos e iconos de la sociedad de consumo, sin los clichés del pasado, receptiva a vídeos e imágenes, con ganas de experimentar con herramientas digitales, más libre con la composición y el lenguaje, muchas veces de carácter confesional, con temáticas amorosas, con la yuxtaposición de estados de ánimo, con otra aproximación a la metáfora… Hay ya buenas antologías y estudios. Pero lo básico para nuestros objetivos en el concurso es que aparece como menos exclusiva y excluyente. Que, con los desniveles propios entre unas calidades y otras de lo publicado, no se presenta como un abismo para el que se inicia en la escritura o lectura. Poesía es todo lo que se mueve, dice Parra.

Más información sobre el concurso

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