TUS PIES

Tu empeine. Largo y perfecto. Ondeado en su justa medida, y válido, para todo tipo de calzado, que merezca ser por ti, llevado.

Tus tobillos. De un saliente, justo y necesario, redondeados a imagen y semejanza, del modelo de la diosa venus, incluso de un mejor acabado.

Tus dedos. Ni Dios, en sus mejores momentos, hubiera imaginado tal perfección, al hacer la tabla de los diez mandamientos.

Tu planta. De curvatura, ni excesivamente cava, y sí, homologable, a la perfección del pie de la más hermosa diosa, que habita en los cielos de Platón, Saturno, ó el mismísimo dios de los vientos.

AUTOR :Angel Márquez Díaz

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