LA BELLEZA DE LA ROSA

LA BELLEZA DE LA ROSA

Serafín Cruz

11/08/2018

La rosa esperaba un beso

y un beso quería ser dado.

-¿Dónde estará ese amado

que quiera saciar mi deseo?

-Desesperaba en claro feo,

la rosa fijada al tallo.

.

Labios de amor buscaban

beldad como imán atrayente

y en la rosa, casualmente,

porque el viento la mostraba,

el beso que ella esperaba

quiso posarse dulcemente.

.

La rosa se quedó helada

con aquél beso envolvente

y susurró sorprendentemente:

-¿Por qué no siento yo nada

con este ósculo que atrapada

debería de tenerme?

.

La mano que al tallo asía

por mor de la espina sangraba

y, en el dolor, apartaba

el beso que acometía

a la rosa, que recibía

el desprecio del que lo daba.

.

La rosa al verse privada

de aquél beso tan ansiado,

miró al rosal de soslayo

recelosa e irritada,

esperando ser besada

por aquellos mismos labios.

.

Mas el amante dolido

no juzgó por la hermosura,

y de tan nefasta aventura,

de la que salió dolorido,

más cobarde que atrevido

quiso salir con premura.

.
Y con promesa expresada

de no besar más rosa alguna,

miró las rosas una a una

y, con dolor, se lamentaba

a la vez que se alejaba

sin alegría ninguna.

.

Y quedó triste la rosa

cabizbaja y sin su beso,

mirando su tallo conexo

lleno de espinas sinuosas

y, cual frágil mariposa,

sintió su corazón leso.

.

Y, sabiéndose despreciada,

al hablar mostró pereza:

-No evité con mi belleza

sentirme hoy desgraciada

y, heme aquí, mustia y apagada

e invadida de tristeza.

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