Así, déjenme.

Hoy, justamente, hoy…

Comienzo una nueva experiencia,

El saber que estoy

Volviéndome un ente,

Casi sin alma, casi sin mente.

Hoy, justamente, hoy..

Empiezo una nueva experiencia,

El saberme un autómata,

Sin sentimientos, sin compasión por la gente.

Al punto de sentir que no soy yo, tan sólo, un estúpido,

Un gran incoherente.

Es que quise tanto,

Terminé amando demasiado,

Y aquí me ves,

Es el amor…

Que entre los dedos se suele escurrir;

Se va y no sabe de despedidas;

No conoce que lo que se lleva

Al marcharse, es un alma,

Un corazón, un espíritu;

La vida misma.

Hoy, precisamente, hoy…

Dejó todo y estoy a la deriva,

Ya no me preocupa el ayer,

No deseo saber nada del presente,

Ni me interesa en lo más mínimo,

El o lo que vendrá del después.

Hoy, precisamente, hoy…

Reposo sobre lo que creía,

Sobre lo que intente

Y al verme superado por la desilusión;

Ya nada tiene ni sentido,

Ni valor, ni motivación;

Nada me traerá

Ni mi alma, ni mi mente,

Ni mi corazón;

Ni mucho menos, ése espíritu

Que tener solía.

La luz va apagándose

Y muy cómodamente,

Lento, muy lento voy acurrucandome…

El sueño me atrapa y tan sólo voy

Dejándome llevar,

Cerrando los ojos,

Relajando mi carcasa,

No me despierten, así déjenme.

Es que quise tanto,

Terminé amando demasiado,

Y aquí me ves,

Es el amor…

Que entre los dedos se suele escurrir;

Se va y no sabe de despedidas;

No conoce que lo que se lleva

Al marcharse, es un alma,

Un corazón, un espíritu;

De las personas…

La vida misma.