El veintidós ya es historia. Que felices fuimos mientras los tuvimos. Y ahora andamos perdidos intentando recuperar el tiempo perdido. Que la juventud vuelva, que no se escape de nuestras manos. Como pájaro en mano y ciento volando nos aferramos a la vida, para que no nos sacuda con la vejez. Luchamos contra viento y marea y nos colocamos entre la espada y la pared. Para que el presente nunca se vuelva recuerdos. Para no perder la costumbre de meternos en el mar con ropa, de bebernos de trago las botellas, de amanecer sin saber quien tenemos al lado.

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