Que curiosos los sueños, como nos devuelven a quienes ya no están. Un olor, una canción, una cara familiar… y ahí los tienes.
Ese fugaz pensamiento que una vez más te recuerda la ausencia de aquel a quien tanto anhelas, también te regala un último momento a su lado al caer la noche.
Te echo de menos, se suele decir. Un último beso, un abrazo, sentir la calidez de sus manos.
¿Realmente ha sido cosa mía, o acaso también él me echaba de menos?
Amanece, toca despedirse de nuevo.
Hasta la próxima.
OPINIONES Y COMENTARIOS