En una noche larga se apagaron las esperanzas de cosas buenas dentro de ese sueño el
bebe que amamos y soñamos mi luto fue interno como quien lleva flores a una tumba de
juguete pues las mismas estrellas lo envolvieron en su brillo y desapareció, mis brazos
se sentían vacíos y fríos y una enorme tristeza sin cesar necesitaba abrazar a alguien,
me quedaban mis peluches ellos fueron mi consuelo en especial una jirafa navideña que le
puse de nombre marchitas, llore muchisimo.
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