Mentir es tan cotidiano como respirar , al menos una vez al día mentimos , con más o menos intensidad o incluso gravedad. Mentimos para no herir a un ser querido , mentimos para que no se enojen con nosotros , mentimos para salir bien parados ante una situación complicada , mentimos por miedo o muchas veces por picardía.

Pero debemos de tener en cuenta que toda mentira tarde o temprano sale a flote , todo se sabe aunque no quieras y es peor cuando esa mentira se descubre por terceros que por uno mismo. Ahi veces que no decimos la verdad después de una mentira porque no le damos importancia o lo vemos con inocencia a eso que ocultamos , pero el paso del tiempo le da peso a esa mentira. Haciéndola así más dolorosa a la verdad cuando todo se sabe.

Muchas veces el mentir se nos hace más fácil que decir la verdad o más cómodo , al grado que el ocultar la verdad los hace felices y sin darnos cuenta que estamos generando una bola de mentiras que día a día va creciendo más y más , al punto que cuando explota hiere a más de un involucrado.

Con esto no digo que no mientamos más , sino que debemos de tomar el peso necesario a cada mentira por más piadosa que sea ya que cuando todo se descubre , duele mucho más de lo que crees u imaginas. Aprendamos a tomar con pinzas lo que decimos y la verdad que ocultamos. Debemos de saber con quien abrirnos y con quien no , pero de todos modos siempre es mejor decir la verdad por más dura que sea que una mentira que a la larga hiere más de lo que imaginas…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS