Esta vida y la siguiente.

Volví a soñar contigo, una ves mas tu y yo paseábamos por una playa hasta que el sol nos despedía y la luna nos daba la bienvenida a una noche en donde tu sonrisa iluminaba más que cualquier sol.

Caminamos por la orilla de playa, tu con un hermoso vestido blanco con azul que solo acentuaba tu hermosa mirada mientras la brisa marina despeinaba tu hermosa figura.

Tu y yo de la mano, mientras recorremos la costa, tu entre mis brazos y yo sosteniéndote de la manera más fuerte que pueden ejercer mis brazos sin lastimarte, solo con la necesidad de que sientas como el corazón quiere salirse de mi pecho para poderte sentir más cerca.

Tus ojos clavados en mi boca mientas tu boca sonríe de una manera sin igual, tan tierna y tan sencilla que al acercarme a darte un beso todo se detiene. La noche aun ni siquiera empieza y yo solo quiero poder pasar el resto de mis días entre tus brazos.

Así como el sendero de andaluz en España, el ferrocarril en México, las grutas en Perú, las vírgenes Maldivas, la sofisticada Grecia y el rústico Madrid, de la misma manera en la que se ven esas ciudades, paisajes y pintorescas estampas de media noche, tal cual nosotros, vistosamente causando recelos en las personas que no creen en lo que vivimos, pensando que somos únicos y eternos en ese momento en el que tus labios intentan seducir a los míos y lo logran. En ese preciso momento que las constelaciones se quedan perplejas ante lo bien que nos vemos cuando nuestros cuerpos se funden en un abrazo.

Ojala que el futuro que me depara la vida se complete con momentos así, tu y yo juntos, de fondo cualquier ciudad y paisaje mientras tu sigas sonriéndome de esa manera, cualquier miedo que exista en mi interior tendrá localidad en el vacío, gracias a la fuerza de tu presencia.

Sonríe, sonríe de nuevo. Así, de esa manera tan tierna y sencilla como solo tu lo puedes hacer.

Anda, regalarme un beso, aunque sea el primero o el último, mientras me sigues sonriendo, probablemente nuestra vida camine junta y que me sorprenda a tu lado un futuro incierto, y que me sorprenda una playa. Un puerto incluso un paisaje rocoso mientras al sabor del café de la mañana me sostienes por la espalda mientras sonrió y sorpresivamente dejo mi mayor vicio por el más bonito y poco a poco regalarte un beso por lunar, adornar tu piel con caricias sencillas, sonrisas a media noche, abrazos que no encuentran fin y una vida que ya no es tan mía por decidir compartirla contigo.

Tiempo que parece correr aceleradamente rápido entre el volver a verte e intentar despedirme de ti sin querer hacerlo, en ese lapso infinito, tu y yo ya tuvimos una historia de amor que puede y es mas rápida que los astros voladores de las noches estrelladas.

Si el ciego pudiera verte un instante sonreiría y aunque perdiera la vista sonreiría al recordarte sonreír y si perdiera la voz en algún extraño punto de mi vida… Quiero que sepas y leas esto al mismo tiempo que recuerdas las veces que te lo he dicho…

Intentamos ser distintas cosas al mismo tiempo que no somos nada, esa es la mentalidad del ser humano hoy en día, serlo todo aun sin ser nada, en este caso no, en este caso lo somos todo, siéndolo todo a pesar de ser muy diferentes.

Sonreír y alegrarle el día a alguien con un abrazo, son pequeños gestos de grandeza, esas personas que sin duda alguna hacen de nuestros días grises un lienzo en blanco, esas personas que hacen nuestra sonrisa mas grande y nuestros ojos mas chinitos, esas personas son las que vale la pena tener a nuestro al rededor todo el tiempo, esas personas son las únicas que se deberían cruzar en nuestro camino, a las que tendremos que mantener a nuestro lado todo el tiempo.

Hoy, justamente el día que publico este escrito puedo decir que encontré a esa persona, una hermosa niña de un metro con sesenta y seis centímetros de puro amor, o como me gusta decirle a mi: «un corazón de persona» porque eso es lo que ella representa, un corazón andando, su sonrisa puede llegar a contagiar de alegría a cualquiera, sus abrazos y sus gestos de afecto son sin comparación alguna los mejores, sus cariños y arrumacos, tiernos y sinceros no tienen comparación a nada.

Quisiera poder decir que estoy narrando a la chica de mis sueños, pero no. no lo estoy haciendo, estoy describiendo a mi compañera, a mi chica, a la chica con la que camino de la mano por las calles y los paisajes mas rústicos de mi ciudad, con la chica que sin duda alguna me hace sonreír con sus ocurrencias, la misma que me hace sentir seguro cuando estoy entre sus brazos., aquella hermosa mujer con la que me gustaría disfrutar muchos días mas, un par de años y quien sabe, una vida.