Golpeaba aquí este mar que viene y va, rodeada de sus olas y caracolas, navegando en el sueño de las nubes, bajo el sonido de esa brisa con olor a mar, me sentía emocionada, ardiente, por el sol resplandeciente, su agua me alimentaba de energía, como sus rocas que representaban mi soledad, acompañada de ellas, tranquilamente y serena, me cepillaba en la arena, suspiraba y escribía que bonita era la marea.

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