Muro (sf).

Muro (sf).

B

23/08/2018

Cuando la poesía no hace de ibuprofeno,

ya no estás enfermo;

estás en coma.

Estás en coma

por el subidón de dudas y de hostias

que te ha dado la vida

y de una inseguridad que te ronda,

que choca con su mirada.

Ese muro tiene tatuados en su piel

los golpes de mis huesos,

yo lo único que quería, amor,

era ser el puto amor de tu vida.

El único

amor

de

tu

vida,

para qué andarme con rodeos.

A veces, me pregunto que para qué dar tanto,

y guardar mi rencor en un cajón,

si las balas de la duda que me han abierto el alma

no tienen arreglo por tus manos.

O al menos, eso es lo que dices.

Aceptar ser un kamikaze

es una putada

de las gordas.

La situación es como una botella de vozka

y mi sed como la de Amy Winehouse.

Quiero bebérmela,

acabar con ella,

y empezar otra nueva

para sentir por un desesperanzado instante

una puta gota de paz.

Tus manos me erizan la piel,

y tus labios me llevan al éxtasis,

al borde de la sobredosis

de la botella que te decía antes.

Pero ya no estás.

Porque no quieres.

Pero el día que decidas volver,

las que no querrán son mis letras,

porque habré pasado del vodka y del blues

al agua con gas y a la electrónica.

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