Muchas veces nos empeñamos en seguir dándonos contra el muro de nuestra incapacidad, nos cuesta reconocer que somos de carne y hueso, que somos débiles aunque nos creamos los más fuertes del mundo, seres limitados.

En este «querer abarcarlo todo, querer hacerlo todo», sin freno, sin filtro, podemos encontrarnos con pequeños problemas que poco a poco se van convirtiendo en grandes. 

Estos problemas, que al principio nos pueden parecer nimios, los tenemos cada día, aunque no nos demos cuenta,  o no le demos importancia,  poco a poco se van enquistando en nosotros haciéndonos daño a todos los niveles, físicos, mentales, sociales, profesionales, etc.

Llega entonces el momento en el que nos preguntamos qué me está pasando, por qué me encuentro así…

Cuando el cuerpo te pide que no sigas, no sigas, porque te puedes romper, cuando tu mente te diga estoy agotado, no sigas, te puedes buscar una depresión, cuando tu corazón empieza a dolerte, ojo, estas a punto de tener un infarto, tenemos que saber desconectar, descansar, disfrutar con lo que hacemos, cortar, dejar que nuestro cuerpo flote, que nuestra mente vuele o mejor que se quede en blanco, pararnos, frenarnos.

Quizás me salga todo esto AL FINAL DEL DÍA, de este día tan cargado de todo y lo digo en el sentido más físico de la palabra, menos mal que en esta nueva aventura en busca de un cambio en mi vida, en mi día a día, cuento una vez más, con la ayuda de los que me quieren de los que me aprecian. 

En estos momentos en los que los necesitas de verdad ahí están, quitándote un poco de esa carga porque era mucha para ti, ayudándote a relajarte, a encontrar tu paz interior, escuchándote, animándote, dándote ideas para reencontrarte y seguir por el buen camino.

Gracias a  Jesús, amigo incansable que siempre está para lo que necesites, esperándote para quedar y charlar un poco, me aporta paz, serenidad, (exterior e interior), luz en medio de esos momentos de oscuridad y de dudas que todos tenemos en nuestra vida. Nunca falla.

Gracias a todas aquellas personas que en mi día a día aportan algo de luz a su manera.

Me alegra mucho saborear de los demás aquello por lo que llevo luchando mucho tiempo y que abandero, la generosidad desinteresada de las personas, el altruismo bañado de cariño.

Buen fin de semana para tod@s.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS