Un corazón

¿Quién tiene un corazón como el mío?

Apela la pregunta al lector o quizá al mismo destino.

Un corazón como el mío que luchó por amar a quién encontró en el camino.

Un corazón remendado, descosido y cosido, magullado y casi siempre enamorado de aquel que por el mundo vaga atolondrado.

Un corazón herido, pero atrevido porque ama sin miedo a morir por tantos latidos no correspondidos.

¿Quién tiene un corazón como el mío?

Capaz de detenerse cuando las letras de tu nombre estallan en mi sangre.

Capaz de revivir cuando tú voz meliflua navega en mis oídos.

Capaz de desangrarse por tu eterno silencio.

Nadie tiene un corazón como el mío, demasiado necio para dejar de amarte, demasiado débil para seguir latiendo.

Un corazón herido, dolido, remendado, pero nunca cansado de gritar en cada latido un; «te amo».