cristo mondano (capitulo I)

Primera parte

Capítulo I

“padres, familia, niñez”

La familia reunida entorno a la mesa, por lo menos 30 personas que hablan de diversos temas, unos ríen, otros discuten, otros recuerdan épocas pasadas, los niños corren, se persiguen unos con los otros botando vasos y comida en su agitado juego y yo, yo sentado en silencio, un elemento más del cuadro familiar, amo a mi familia como creo muchos aman las suyas, aunque muchas veces me plantee la idea de ¿por qué nací en esta familia?, ¿Por qué?, me observo detalladamente, mis manos, mi piel, las líneas que en mis manos se dibujan, el contorno de mis ojos, mi nariz puntiaguda, mi espalda, mis pies todo y no encuentro similitud.., no hay similitud alguna, mi forma de vestir, mi forma de observar, nada y nuevamente me pregunto, si no hubiera nacido en esta familia, ¿por qué no nací en aquella otra?, nuevamente me observo, observo a aquellas familias que me rodean y no encuentro rasgos que me acomoden, nada, no me parezcoa nada y nadie es como yo o eso creo. Otro de mis cuestionamientos frecuentes era la idea de desaparecer y si se daba el caso ¿alguien lo notaria?, ¿alguien lamentaría mi partir?, tal vez si o tal vez no aunque siempre fui un inerte sujeto que observa, ese creo es mi peor condena, observar, mirar y escuchar todo, nunca se es tan consiente del resto como lo he sido yo en mi vida, observar, ese fue mi don de niño y tortura de adulto, un observar sigiloso, un observar reprimido, observar sujeto por sujeto, cuadro por cuadro, cada elemento que adorna el paisaje. Al mirar se detiene el tiempo, el mirar se avalancha contra lo observado, invadiendo todo el espacio visual, al mirar se detiene el tiempo se sostiene inerte sobre el aire que fluye entre el observador y el observante, al mirar se detiene el tiempo y por fracciones de segundo observo el largo de las pestañas, el contorno de la cejas, la pigmentación de los ojos, las delicada arrugas que se forman en el rostro,observo los vasos a medio servir y como quedan impregnados con labial color rosa tenue, los ropajes que llevan puestos los invitados he imagino cuanto tiempo gastaron endecidir ponérsela para la ocasión, percibo el olor a cigarro, a carne fría a medio comer sobre la mesa, el nauseabundo perfume de la cerveza, la mezcla de perfumes en el ambiente, el mantel manchado, los zapatos salpicados de barro, el hedor de los animales que ladran por un resto de comida, los alientos, mezcla de comida y alcohol, el pasto quebradizo, las flores secas en un macetero, la madera crujiente de la antigua casa, todo y cuando digo todo realmente digo todo, creo que podría describir por ejemplo centímetro a centímetro y con las medidas exactas el rostro de mi madre, los degrades rosas y pálidos de sus mejillas y el cansancio en su mirar, sus pequeños parpados cansados carentes de alegría, su color castaño, su redondeado pelo, su ojos cafés, amarillos al sol, No sé si alguien sea tan consiente de mirar como yo miro, no sé si alguien observe con tanto detalle la vida como yo la observo.

Recuerdo la primera vez que vi a mi amada, tendría yo unos 12 o 14 años, la vi sentada, la vi de pie, la vi de frente, la vi de espaldas y me enamore, en verdad nunca me amo ni yo a ella, fue fugaz nuestro amor, un amor romántico y cómplice un amor sin sexo, un amor sin besos, un amor carente de afecto físico, un amor intenso en las palabras, un amor ardiente de placeres cerebrales, demasiado intelectuales para amar a otros, ese fue nuestro amor pasajero, efímero como el amor, sincero como ninguno, tuvimos platicas que duraban horas mas no recuerdo sus palabras, ni siquiera su timbre de voz, nada, intento recordarla a diario pero no recuerdo, solo recuerdo el bamboleo de sus labios, su lengua golpeando con furia sus pequeños dientes, recuerdo su aliento colarse por los agujeros que la lengua deja al golpear las mejillas, o dios mío que hermosa danza, divino espectáculo el que me brindabas, armoniosa vida, perfección corporal, lo recuerdo todo, sus labios rosas que parecían iban a estallar envueltos en tersa piel, sus dientes levemente separados, ja ja ja, lo recuerdo todo, artístico cuadro el que me brinda mi mente, muchas veces lo recuerdo en blanco y negro, tu lengua danzando agitada entre las mejillas, un piano me deleita con su dulce melodía y el ruido del mar, muchas veces quisiera recordar tus palabras y mis respuestas pero no puedo solo recuerdo la danza que obnubila mis recuerdos.

Recordar fue otro de mis grandes dones, ¿tal vez un buen observador merece una buena memoria? o es por la culpa que hoy me aflige, no lo sé y no me lo pregunté hasta éste momento, recostado, vestido con harapos y borracho mas no de alcohol, siento una embriagues extraña, náuseas recorren mis entrañas y una felicidad particular me invade el cráneo, mientras sigo recostado entre mar y arena, no sé si sigo vivo, no sé si ya estoy muerto, tal vez nunca viví, tal vez nunca moriré, mi existir sesgado con los pies en el agua y la cabeza en la arena el resto de mi ser levita en el aire, mis brazos cuelgan, mis dedos casi tocan la arena o al menas eso creo, no soy de ninguna parte ni veo más que a mí mismo, el mar y las dunas. Desde hace meses observo punto por punto el atardecer dorado, observo grano por grano el árido desierto, buscado respuestas y nada, ya ni siquiera tú me hablas señor, hasta mi conciencia a enmudecido por el ensordecedor ruido de la marea.

Y pensar que todo comenzó hace ya dos décadas, tenía 13 cuando todo comenzó, antes de eso fui un niño normal o al menos eso creo, eso recuerda mi mente, ese recuerdo me invade cada día y las imágenes se agolpan en mi memoria, se estrellan con extrema violencia, la imagen de un niño normal, el recuerdo de una vida tranquila, es difícil recordar tanto, recordar con tanto detalle, es muy difícil recordar con tanta lucidez, es casi una epifanía quede mi mente espontáneamente aflora, como si de primaveras se tratase, que difícil recordar tanto la vida, recordar a mi madre, podría decir todo de ella, recordar hasta el color de sus blusas, el perfume que se ponía cada mañana antes de encumbrar rumbo al trabajo, dos toques en el cuello, dos toquen en las muñecas y uno a mi hermano que siempre despierto se despedía, el olor de sus manos, sus perfectamente redondos orificios nasales, ja ja ja, si sus orificios nasales, recuerdo pasar horas de mi infancia observando sus orificios nasales pequeño detalle facial que muchas veces pasa desapercibido, nunca más vi tal perfección en alguien más o tal vez estaba cegado por el amor que le sentía, casualmente el día de tu partida comenzó todo, hoy que recuerdo, recuerdo mucho de ti mas no recuerdo tu nombre, ni el de mi padre, ni el de mis hermanos, no recuerdo su voz, mi recordar es siempre silencioso, muchas veces incoloro, triste, un recordar que pesa en mi memoria como quien vive eternamente y debe quedarse solo, se evade todo pero el tiempo sigue. En ocasiones escucho murmullos y risas, me alegro, el corazón salta de la emoción en mi pecho pero temo solo sean producto del delirio que me aqueja, temo solo sea creadas por mi mente frágil, quebradiza, que muchas veces se burla de mí y de mi existencia engañándome, creando situaciones, mente quebradiza en mil fragmentos fracturada, pero aún recuerda, aún recuerda las palabras, aún recuerda la divina esencia.

Hoy he decidido gritarte mi historia señor tal vez así me lleves a tu diestra o muera de inanición como un vil mortal o quizás solo soy un vil mortal creyendo ser hijo de la divinidad, lo pienso y me burlo de mi existencia, que estupidez pienso, ¿qué me hace llegar a ese tipo de reflexiones? Muchas veces pienso que carezco de toda lógica, muchas veces pienso que los doctores tenían la razón, mi mente marchitaba lentamente, deslumbrando mi existir con destellos de pensamiento errático, muchas veces pienso que todos decían la verdad, mi existir dañadopor mi propia esencia, mis pies caminan, mi mente corre, mi andar levita, mi vida al suelo, mi existencia perdida por la esencia de mi propio pensamiento o tal vez no.

Tenía 13 cuando hablamos por vez primera, tenía 13 cuando tu presencia toco mi puerta, tenía 13 cuando tu presencia llego a mi vera, tenía 13 cuando tu presencia abrió mi mente y libero mi alma. Recuerdo ese momento con tal lucidez que pareciera estar reviviéndolo constantemente, no hay día que no lo recuerde, que poderoso sentir fue ese instante nacer nuevamente me pareció ese momento. Recuerdo un pasaje de la biblia, tal vez el milagro más conocido, Jesús dando la vista al ciego de nacimiento, eso creo me paso a mí, el sentir que todo era tangible, todas las respuestas estaban ahí era solo cosa de observarlas, era solo mirar con detalle. Tenía 13 años cuando me devolviste la vista señor, tenía 13 años cuando comencé a vivir, a los 13 me saque la venda, abrí por vez primera mis ojos, observe al mundo,lo primero que observe, recuerdo fue mi propio reflejo, no conocía el rostro que en ese espejo se reflejaba, me mire con detalla cada imperfección de mi rostro y me descubrí, descubrí mis brazos mis manos mis pies y me sorprendí como niño descubriendo su ombligo, era yo era mi cuerpo, era yo era mi esencia, ese día me descubrí a mí mismo, ese día murió mi antiguo yo, ese día cambio todo.

Ya no dormía, angustia calaba en mí ser, los cálidos brazos de Morfeo ya no ciento y el pesar del parpadeo se hace frecuente, aterrado por la muerte y lo natural veo la vida con tal claridad que no lo comprendo, no comprendo la felicidad, no comprendo el odio, no lo comprendo, tenemos tan poco tiempo de vida y nos pasamos riendo y odiando, tenemos tantas dudas y pasamos divirtiéndonos y peleando, no lo comprendo. Muchas veces quisiera ser un niño como el resto, muchas veces me asomo al balcón, tomo mi manta y me cubro, me escondo de mis pensamientos, me escondo del mundo y observo, veo niños jugando, corren, corren, corren sinrumbo, carcajadas absurdas en sus labios diviso, no lo comprendo, no logro comprender como viven su vida despreocupados, como simplemente existen sin preguntas ni azotes, revoloteando como pequeñas aves sin un rumbo aparente.

Recuerdo una noche en que me sumergí en las profundidad nocturnas, Morfeo ya no me visitaba y el dormir ya no era costumbre, el pensar se agolpaba día y noche en mi cabeza pero me sentí en paz, el conticinio de la noche llevaba siempre a una hora frecuente, el silencio golpeaba mi ventana y salía, tendría yo unos 14 años, los demás temían a la oscuridad, el miedo original según yo creía, el miedo a lo desconocido, el miedo a la soledad, el silencio inunda todo he incomoda, bruma espesa en la calle, la luna no se veía, el silencio ensordecedor y yo acompañado de mis pensamientos, creo que esa es la mejor hora para vivir, una tonada alegre de violines resonaba en mi memoria, en la profundidad de la noche el mundo parece ir más lento, especial para observar los detalles, especial para mirar dentro de mí y comprenderme, siempre comprendí que no era como los demás, no me movía como los demás, no hablaba como los demás, no sentía sus deseos, no comprendía sus afectos nunca fui un niño normal, siempre lo supe, siempre lo comprendí, mi padres también lo sabían, sabían que no era como los demás pero me comprendieron, aunque muchas veces me resistía he intentaba actuar como los demás no lo parecía el papel era muy grande para el mediocre actor que fui de niño, el destino preparaba su camino y no había desviaciones, no había atajos, un camino muy largo y tedioso que además luego lo comprendí un camino solitarioacompañado de mí mismo y nadie más.

Recuerdo a mi padre nebuloso en las habitaciones, no recuerdo mucho de él solo su rostro, mezcla de mi rostro actual y una mala vida, una expresión dura y pocas palabras, jamásrecuerdo un reto o una caricia y no es por afecto o sus defectos no lo comprendo, siento que me ama pero su amor es distante, una amor frio y carente de afecto tal como todos mis amores, tal vez yo estoy herrado y mis sentimientos son secos, no lo comprendo, no comprendo el amar de mis hermanos más si entiendo el amor de los humanos, amo la risa, amo el silencio, amo los animales, amo las caricias, amo los rayos de sol entre las hojas colándose, amo los orificios que se forman en la tierra, detalles obviados de la vida, que para mí son deleite placentero, mas como comprenderlos, intento y por dios que lo intento pero no logro comprenderlos, aristas tan flexibles como arcos infinitos son los sentimientos, por sentimientos caen imperios, por sentimientos se mata y se vive, por sentimiento se reza y se profana, el sentir es la cosa más humana que nos puede pasar, el sentir define al hombre y yo intento descifrarlo, jamás llegue a alguna respuestalógica, porque el sentir no es lógico carece de razón y la locura los invade, comprendí mi esencia, mi vida es un sentir, sensibilidad es lo que padezco y siento, soy capaz de sentir con la vista, de observar los detalles y emocionarme como eso.

Recuerdo una vez tendría 14 o 13 años, sentado en la alfombra de mi habitación me encontraba, un trance por mi mente cruzaba y pensaba, pensaba muchas cosas hilarantes y reía, siempre con los ojos cerrados, observando todo, mis sentidos susurraban en la piel todo lo que en mi alrededor ocurría, recuerdo escuchar la lavadora y contar uno a uno losgiros violentos, sentir la ropa y el agua huracanada en su interior, los pájaros y sus alaridos libertarios en los árboles, recuerdo a mis hermanos jugar en el jardín entre los verdes matorrales, árboles frutales y escalerillas de madera, recuerdo la voz de sus amigos burlándose de mi por mi vestimenta y sus frases huecas carente de contexto, -miren su ropa-, -miren su pelo-, -miren sus ojeras-, yo escuchando todo desde el suelo, ellos pequeños dioses egocéntricos y mis hermanos, burlándose desde la ventana y recuerdo no decir ni hacer nada ¿para que?, pequeños semi-dioses del egocentrismo, copiando modas y peinados de la televisión, comportándose como sus personajes favoritos, viviendo como ellos viven, admirando cabezas vacías, de actores mediocres, hablando como ellos, creyendo ser ellos, modelos de perfección y como cuando cristo destruyo los puesto de comercio, la rabia se apodera de mi ser y me pregunto, ¿saben que son actores?, ¿saben que es ficción?, no se dan cuenta que solo pasa en la televisión que en la vida real es muy distinta y yo soy en fenómeno y yo soy en el estúpido y yo que observo me doy cuenta que sus frases son ridículas pero sigan, vamos, sigan creyendo ser actores que la vida les dará los golpes y se romperán sus expectativas y caerán fuerte al suelo y depresiones sufrirán y a la muerte temerán y desearan seguir siendo niños estúpidos deseando ser grandes hombres de ficción y desearan seguir siendo niños y desearan siendo ignaros.

Dejo de pensar en los recuerdos, pero creo ya vida no hay por delante, me intento reponer y arrodillado ahora me encuentro en la vera del rio, bebo y bebo y nada, de sed me inundo, mi hedor es nauseabundo y creo perder la paciencia, desesperación es lo que tengo, una salida por piedad dios, una salida, un pensamiento, una palabra de aliento es todo lo que pido y muero, muero nuevamente en mis recuerdos, muero de soledad, yo un hombre solitario que siempre le gusto la soledad, la soledad es el máximo placer de la vida.

Recuerdo cuando niño era una placer estar solitario, con frio y en silencio, magnificencia de la trinidad placentera esa combinación de elementos, con el frio el tiempo se detiene, el pensar es lento, las aves parecen congeladas y lentamente dan su aleteo, nadan por los aires, desafiando la gravedad, burlándose de la humanidad, vigilando de lo alto. En el frio el cuerpo se congela y un placentero dolor se aprecia, el rostro no se siente y el mínimo rose de las prendas prenden la piel yme hacen sentir vivo. En el frio los sentidos se agudizan y un lince me siento, mis presas favoritas son todos aquellos observantes en donde recala mi mirada de forma incisiva. El frio es mí estado natural y por eso hoy estoy mal, hoy solo vivo del recuerdo, el desierto me seca, como secaría a las plantas pero debo seguir, seguir, seguir.

El calor abrazador del desierto nubla mi vista, la deshidratación me pasa la cuenta y me siento desfallecer, pero no paro, no logro caer al suelo y avanzo, mis pies dormidos, mis brazos lacios, mi cuerpo enjuto al igual que el suelo árido, mis labios secos mi aliento podrido, mi rostro pálido, he de seguir, donde, no lo sé, no tengo rumbo, ni destino, el desierto se extiende hasta donde alcanza la vista, nuevamente llego a la rivera de las aguas, miro al cielo y al suelo me aferro, no sé si logro avanzar, no lo sé, tal vez siempre estuve aquí y solo fue un delirio el caminar, tal vez pertenezco a este lugar y nunca fui hombre siempre fui arena, pero ¿y los recuerdos?, esos que van y vienen como el bamboleo del viento, que con furia y nitidez llegan y luego rápidamente se van, como relámpagos en las noches oscuras, deslumbran y aterran al hombre con luz destellante y no lo comprendemos, intentamos dar explicación sobrenatural y no lo comprendemos, por esos nos aterra por eso nos da miedo, rezamos padres nuestros en búsqueda de la salvación y tememos, así son los recuerdos, violentos, furiosos y deslumbrantes.

Recuerdo mi niñez y como penaba, las penurias que pasaba, los pensamientos que a mi mente atormentaban, los lugares que con mi familia visitaba ysuelto leves carcajadas, mi yo de niño era un sabelotodo y por gracia de la edad soberbio, creer ser mejor que el resto por un poco de intelecto, pero que intelecto si solo tenía dudas, solo tenía miedos, temía a la existencia, por temor no hablaba con mis pares, por temor no me enamoraba, por temor deje mi casa y a todos mis amados, porque temo, soy un hombre temeroso y fui un niño engreído, escondiendo su temor, formando barreras de ser valeroso, que estupidez, que vida de ilusión, creyendo ser todo poderoso, cayendo siempre en depresión creyendo ser hijo de dios.

Jubiloso sendero el que camino por la vida,

¿Cuál será el destino?

¿Cuál fue la partida?

¿Cómo llegue a este cuerpo?, me pregunto,

Más la respuesta a mí no llega,

Ni dios, ni ciencia lo lograron,

Uno me dijo que viera con visión crítica la vida,

El otro que la visión crítica es pecada sin salida,

En el camino me encontré,

Con tanto caminante andando la vida,

Muchos me ayudaron solo a superar el sendero,

Otros se quedaron todo el camino.

Aun no llego a la sima,

Ni se cuánto llevo recorrido,

Solo sé que hay un sentido,

Y éste no tiene retorno,

La vida avanza, la muerte espera,

La niñez avanza, los recuerdos se perderán.

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