El diario de Juan Tenorio

El diario de Juan Tenorio

Dd Casado

19/07/2018

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¿Podrías callarte un momento?

El cumplir su voluntad, era casi violentar la mía.

Ay!,

que maltrato sería nunca tener un contexto,

me dijo sollozando mi esclavo interior.

Que idilio es no saciar el mero impulso,

de contar siempre mi verdad a medias,

que necesidad de tener esta autodeterminación,

para convencerme de que hoy, también existo.

Después de diez minutos,

me suplicas ruido,

me pides gritar.

Es como si tu mismo

no te soportaras

y escondes entre los cabellos,

la delgada línea entre la multitud

y la soledad que camina con ella.

Ahora déjame en paz,

deja de seguirme y

de analizarme.

Por favor,

no me hagas perder el

tiempo.


Postcards

Desde muy lejos te envió una foto de este lugar,

como veras no deja de llover,

pronto será lunes y habrá otro tipo de paisaje para ver.

Aquí no se sabe si es invierno, o si es un verano adolescente,

aquí se toma todos los días el café de manera religiosa y espirituosa,

pero sin profetas, aquí somos seres humanos, lamento desilusionarte.

De noche me hago mas viejo, ojalá me hiciera más sabio,

no soy tan educado como esperabas solo me he ido de viaje.

Cuando se hace de noche te pienso, no es cierto,

te pienso siempre, como si fueras una gran idea, una y otra vez.

Me gustaría pensarte sólo de noche para que fuera más romántico,

lo siento no soy tan mentiroso como creí.

Cuando amanece me acuerdo que vuelves a existir,

asimilo la mañana con el trinar de los pájaros en la ventana,

la modorra se me quita al mediodía.

La gente del pueblo, es tan áspera como yo lo soy con ellos,

a veces, dudo que realmente existan,

este pueblo es muy particular.

En la foto que te envío no sonrío, como sabrás,

porque asimilo que la estafa cuando es voluntaria es consentida.

Así como una sonrisa en mi cara solo podría ser fingida.


Semblanza

Quizás hoy no seré el más romántico,

pero tal vez hoy si me siento valiente,

para abrir los brazos y

observar el show de luces,

prendidas o quizás apagadas.

De cualquier manera,

estoy listo.

Para levantar el ancla

y ver si el timón

realmente me da alguna dirección,

o era tan sólo el viento

con alguna ilusión.

De cualquier manera,

estoy listo.

Para sonreír y mostrar los dientes

y ver si es realmente mi sonrisa

la que causa alguna emoción.

De cualquier manera,

estoy listo.

Para aceptar que mi corazón es débil,

y ver si la soledad se va o

si es que realmente quiere hacerme compañía.

De cualquier manera,

estoy listo.

Algún Dios,

me bendijo o me maldijo,

para compartir la dualidad de la ambigüedad,

para ser monócramente exigente.

Quédate conmigo,

si lo deseas,

si aún puedes ver la luz en mis ojos,

si logras percibir el sonido de mi risa

a través de esa pantalla otra vez,

gracias por sostener mi timón,

como si fuera mi cuerpo el tuyo,

con la fuerza de dos corazones.

Ahora,

toma otra vez el manojo de estas llaves,

que estoy de nuevo divisando en la cornisa,

que necesito ser el único,

pero

de cualquier manera

estoy listo.


Cínico

Sería una vil mentira,

decirte que no soy feliz.

Sonrío mientras acaricio

mi nuevo tatuaje.

Échame la píldora al café,

finjamos que en el trasluz no se ve.

Empiezo a herirme con el palillo

de dientes,

creo verte molesta,

cuestiono tu sonrisa sardónica,

que difícil es tapar un prejuicio.


Contra el tráfico

¿Quién podría llevarme de nuevo al sendero?

La pseudo-dependencia del entorno,

crea un ambiente de orden y control,

para evitar que te enteres

de que estas solo.

Soledad tan irresponsable,

responsabilidad tan olvidada.

¿Quién hizo ese sendero para mi?

Maldito tráfico,

que huye del dolor,

que esquiva la confrontación ideal.

Es una lastima que se acabara tu comprensión,

pero nadie va a releer los sonetos

para ti.

Iremos contra el tráfico,

saldremos de tu camino

pero sólo para caminar el nuestro.


El amor por las mañanas

Aquel que crea que el amor se trata solo de amor,

es un timador.

Quizás sea el sentimiento que se convierte en un pensamiento recurrente, que se expresa en micro relatos y espejismo de ilusiones, complementado de manera icónica por actos de solidaridad.

Ni la mitad de lo que podría ser la descripción de su mirada, de su risa, de su voz.

No hace falta ser romántico para no sucumbir habría que tener mas convicción que un fanático o un abogado.

El amor por las mañanas está definido en muchos matices del color gris, no esperamos ser divertidos, no esperamos ser divinos.

Sólo y solos nos esperamos.


Olvidaba

Habían pasado 3 años ya era momento de que me olvidarás,

como quien olvida la comida del cumpleaños pasado,

no tenia sentido aceptar una solicitud de amistad nuevamente,

yo jamás seria tu amigo,

otra vez,

ya casi me olvidaba.

Dependencias emocionales,

me citan como una vieja referencia,

como una telaraña de supuestos,

momentos vibrantes del tiempo cuántico

de esos segundos en los que cierras los ojos

y sueñas abrirlos y vivir tu mundo paralelo.

Quizás nunca disfrute muy bien ser un motín,

un premio de feria,

el monstruo del armario.

Hoy me llamaba,

pero mañana estará igual que ayer,

en el estado, en el cual,

ya casi me olvidaba.


Estuche

Organicé según tamaño cada sentimiento,

según color cada momento,

por olores tus pensamientos.

Guardo celosamente cada inseguridad,

cada goce, cada libro compartido,

cada camisa olvidada.

En esta trampa he colocado un eco

a tu ego para que no puedas fingir

con nadie más.

Escuché que robas sueños,

por un desvelo conmigo.

Esta noche usaremos el mismo estuche,

y cortaremos parte por parte,

cada recuerdo,

para que no vuelvas a buscarme.


Marioneta

Tiempla el hilo que me hace levantar el mentón,

soy la madera que espera una orden o una emoción,

muevo las bisagras con tus hilos de poder,

tiemblo de amor.

No olvides que es tu culpa si yo me paralizo,

si yo no puedo encontrarte más ,

o sino puedo tocarte otra vez,

es tu culpa,

que yo no pueda.

Corta las distancias,

llévame al escenario,

confiesa ante todos

que mi voluntad no existe

que por amor,

yo todo dejé.


Soberbia

Hobby era fingirte más inteligente,

mientras te ocultabas tras tu libro de Stephen,

sin poder concentrarte en los deberes del día.

Así, soberbia,

así te leí los ojos,

y maldito el día en que yo muy soberbio,

me creí menos inteligente que tú.

Esta hipotenusa de amores psicóticos,

me arrojó a la desgracia,

a dejarme llevar por tu hambre de poder,

por los placeres ajenos.

Ahora,

solo veo tu inocencia,

tu inexperiencia,

tu osadía

y mi estupidez.


Gloria

¿Cómo calmarme?,

¿Cómo callarme?,

y aunque dejara de hablar,

en penitencia,

te pensaría.

Esta liberación,

que se me da al fingir

que me espectas.

Debería aislarme aun más,

para que puedas llegar a dudar.

Hibernar en tu infierno,

aunque no pueda calmarme

y aunque tampoco pueda callarte.

Indecorosa forma de sentirse glorioso,

entre tus manos,

entre tus recuerdos,

entre tus sábanas extranjeras.


Un par de veces

Simbolismos de aire y pintura,

mientras el ayahuasca me absorbe,

intento llegar al útero de las ideas.

Engendrado,

vuelvo a nacer,

de ti,

de mi,

de la magia.

Seres del bosque me protegen,

me enseñan a sobrevivir,

me dan de comer,

y me liberan a la jungla de cemento.

Entes y demonios

me acechan por la noche,

cuando busco a mi madre en el bosque,

cuando busco regresar de la guerra.

Un par de veces,

la pesadilla de mis sueños,

me ha llevado a no tener recuerdos del animal que fui.

Un par de veces,

la naturaleza se olvidó de mi

y me ha ignorado por no serle fiel.


Disfraz

Quítame el antifaz,

y deja que te muestre mi rostro,

que sin disfraz podría amarte más.

Que ya no quiero trepar paredes

o simular músculos hipertrofiados,

deja que te muestre mis versos de amor,

que sin disfraz podría gustarte más.

Mi linterna verde ya no tiene pilas,

y mi visión nocturna ya no se activa

por falta de pago.

Mi martillo se oxidó,

mi escudo se rompió

y Marvel me dejó de auspiciar.

Ven ya,

quítame el disfraz,

descubre mi identidad

que en un baile amarás mi mortalidad.


De la nada

La excusa del cobarde,

el motivo del descuidado,

la distancia de alguien que siempre abandona.

Era inútil convencerme

que de la nada

me habías perdido en mi último intento,

la indiferencia de la ausencia en el corazón.

Recreamos la escena del crimen,

como si de la nada,

nos recordáramos.

La soledad del hijo único,

el tiempo del ocupado,

la alegría de alguien con otra persona.

Era en vano hablarte,

de la nada

intentar lastimarte,

el desamor de tu verdadero amor.

Revivimos la nostalgia,

de no ser nada,

cinicamente,

de la nada.


Insaciable

Ambos escondidos tras este pequeño cristal,

me miras,

te dejo en visto,

te miro,

me dejas en leído.

Un hilo incorruptible

que teje recuerdos

para materializar tu existencia,

nuestra existencia.

Hoy que ya hemos aprendido

a ser extraños,

a ser ajenos,

a añorar lo que somos,

con quién eramos.

Dos mil nuevas formas,

tres historias,

un instante,

un libro con rostros conocidos.

Seguimos distantes e insaciables,

tu de mi,

yo de ti,

una crema de vainilla que nunca

volviste a encontrar.

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