Mi alma gemela

Se siente como una tormenta que viene a arrasar con todo lo que ya no tiene cabida. No importa en qué dirección corra, no puedo escapar de ti. Y calas hasta el último de mis huesos. Habitas en cada poro de mi piel. Te veo allá por donde mire, te siento en cada soplo del viento. Tú presencia está aquí conmigo, escucho tu voz en cada sueño por las noches. Te persigo para que no te vayas muy lejos, aún cuando no te tengo cerca. Que real se siente algo que ni yo me había imaginado. Eres la razón por la cual la inocencia ha regresado a mi vida. Ya no estoy en guerra desde que tú has traído paz. Por fin puedo bajar los brazos, pero no para rendirme. Y si los levanto que solo sea para poder abrazarte, para sostenerte eternamente en mi pecho. Para fundirme contigo y sentir que siempre fuimos uno. Que por esa razón nuestras vidas siempre sentían que les faltaba algo. No quiero que me necesites, quiero que me elijas. No pretendo poseerte, solo reflejarte la belleza que escondes, que tanto amo, que tanto tiempo me pasé buscando. Quiero darte la mano mientras sonríes y cumples todos esos sueños que a nadie le cuentas. Ser tu compañera de viaje, de vida, del alma.