AUSENCIA 

Aquella noche olvide mi alma,

guarde en mi alforja los sueños,

me perdí en el sendero

junto al arroyo,

y me fui con el sol

para más nunca amanecer.

Quise reclamarle al cielo,

quise no perdonar,

volver la mirada al montón de tierra,

más supe que ya nunca

Él devuelve,

jamás ya sus ojos, jamás ya su voz.

Su melodía dejo de acompañarme,

abrace su espacio,

vacío y hondo cual esta soledad,

y llore su ausencia,

llore como un niño,

llore como una mujer.

ERML

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