Luna no me dejes,

se apaga el mar si no lo tejes.

Al oído del aullido

las tinieblas desaparecen.

Mi vida no encuentra sentido,

es más como un lobo acechando en lo oscuro.

Caigo dormido del sabor anodino,

Obligado a continuar con una sonrisa falsa debajo de mi nariz,

Perdiendo el tiempo persiguiendo fantasmas de oro bajo al arcoíris.

Vivo en efecto placebo,

En un desierto de ilusión

con el oasis vacío de realidad.

Emano tristeza,

Desterrado de poder renacer.

Lo homérico es que aún en sueños te puedo ver.

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