El descenso

El descenso

Zakinaky

18/03/2023

Pre escénico: Lucas se encuentra sentado solo y adormecido en un bar acompañado por una botella de cerveza. Se duerme sentado, pero intenta mantenerse despierto.

El lugar donde se encuentra sentado Lucas está conformado por una mesa y dos sillas, arriba de la mesa hay una botella de cerveza, un vaso y un cenicero con varias colillas de cigarrillo y un paquete de cigarros.

Luego de un breve lapso de tiempo llega al lugar un linyera que se acerca para pedir monedas y procede a despertar a Lucas.

Escena I

Linyera: (agarrándolo del hombro a Lucas para despertarlo) disculpe señor no tendrá una moneda que le sobre

Lucas: (se despierta y mira a su interlocutor) no, no tengo nada… ya no me queda nada

Linyera: bueno está bien señor, pero no diga eso usted aún tiene el amor de Dios.

Lucas: (pensativo por un momento ante lo dicho por el linyera y reponiéndose de haberse dormido) ¿Cuál Dios?

Linyera: el único y verdadero

Lucas: (mira al linyera con diversión) ¿El Dios de los judío? ¿O será tal vez Buda? ¿Quizás sea Zaratustra tal vez?

Linyera: el señor es nuestro único y verdadero Dios

Lucas: y ese señor tuyo ¿Te pide que seas sumiso y obediente ante él?

Linyera: El señor lo único que quiere es donar amor y a su vez espera recibir amor

Lucas: dar y recibir amor es un Dios muy compasivo por lo visto, pero no lo conozco dudo de que exista

Linyera: existe solo debe esperar a que se le aparezca, debería leer la santa biblia y lo encotraras

Lucas: ¿Cuál biblia?

Linyera: La santa biblia cristiana

Lucas: ¿la de Lucas, Mateos, Marcos y Juan? No son las únicas también hubieron otras, como la de Judas por ejemplo, que no es tenida en cuenta.

Linyera: vos estas confundido esas biblias no existen son falsas

Lucas: ¿Qué o quienes determinan que son falsas? Justamente la misma iglesia es quien decide en que se debe creer, imponen un dogma y de él es del cual los cristianos como vos terminan creyendo. Es una idea condicionada por la institución cristiana. Existen otras interpretaciones del cristianismo, pero que no son tenidas en cuenta e ignoradas tratadas de heréticas porque justamente existe una iglesia que se encarga de decidir en que creer y en que no.

Linyera: mi Dios no me dice en que debo creer porque él no me habla por las escrituras ya que no se leer. El me habla a través de la fe y es algo que usted ha perdido o no tiene, por esa razón se encuentra aquí matándose con el alcohol. No me mueve mi Dios para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una Cruz y escarnecido. Ese es un soneto que me aprendí de memoria y es un ejemplo del amor incondicional que es capaz de aportar Dios a nuestras vidas y por qué los cristianos como yo somos capaces de seguir sus enseñanzas a pesar de que seamos gente sin educación, porque el mayor don que Dios nos da es la humildad. Que tenga una bendecida noche señor.

Lucas: Espera… (Prende un cigarrillo que saca del paquete que esta sobre la mesa) lo más perjudicial que cualquier vicio es la acción compasiva hacia todos los fracasados y débiles, es decir, el cristianismo. La religión de la compasión se llama cristianismo y esa compasión está en contradicción con las emociones tónicas que elevan la energía del sentimiento vital produciendo un efecto depresivo. Aquel animal doméstico y de rebaño que es el cristiano es el tipo de hombre que se debe educar y querer como el mayor valor y más digno de vivir. El cristianismo tomo partido por todo lo que es débil, humilde como usted y fracasado, de esta forma hizo un ideal de la contradicción a los instintos de conservación de la vida fuerte, enseño a considerar pecaminosos a todos los valores de la intelectualidad.

Linyera: usted no entiende, habla de su posición intelectual yo no podría hacerle frente. Yo solo le puedo hablar desde lo espiritual que es de lo que usted no tiene, yo entiendo que el pecado en todas sus formas lleva a la oscuridad, a la tristeza, al dolor y a la desesperanza. Dios nos advierte que si no dejamos la soberbia, el enojo y el individualismo seremos cautivos en nuestra vida. Igual que usted que se encuentra aquí solitario y deprimido buscando respuestas en el alcohol en vez de buscarlas en Dios.

El linyera procede a retirarse del lugar, pero Lucas no se lo permite y lo toma del brazo antes de que se fuera.

Lucas: déjeme preguntarle una cosa nada más. Si ese Dios que usted tanto quiere y persigue ¿Por qué lo deja vivir en la mendicidad?

Linyera: seré mendigo, pero al menos soy feliz porque estoy en el lugar que me ha tocado vivir y quiero estar. ¿Usted es feliz?

Breve momento de silencio Lucas mirando fijamente al linyera lo suelta de la mano.

Lucas: no…

El linyera se retira en silencio. Lucas queda solo toma un trago de cerveza hasta que se aparece Aldo.

Escena II

Aparece Aldo en escena sin que Lucas se diera cuenta de su presencia y se para delante de Lucas para que lo viera. Lucas alza la mirada para ver a su amigo

Aldo: ¿Todavía seguís tomando?

Lucas: ¿Qué haces aldito? Siéntate ¿recién salís de laburar?

Aldo: si recién, (se sienta al lado de Lucas) ¿vos que andas haciendo?

Lucas: nada, estoy liquidando lo último que me queda de dinero, espero morir pronto

Aldo: ¿seguís sin laburo?

Lucas: ya ni me interesa conseguir trabajo. Estoy queriendo terminar con mi vida

Aldo: Todavía te seguí haciendo la cabeza con el suicidio. Deja de pensar en eso, pero si realmente crees que es la mejor decisión… haces bien en querer suicidarte

Lucas: ya estoy harto Aldo, no aguanto más y vos lo sabes. Siempre salgo a deambular por las calles vacías de noche intentando perderme en la ciudad, es el único consuelo que tengo, salir y deambular ebrio hasta perder el conocimiento y no saber dónde estoy. Últimamente no ando durmiendo nada, solo consigo dormir cuando pierdo el conocimiento luego de tomar tanto ya que mi cuerpo no aguanta más. Lo hago siempre, ya llegue a un punto que no tiene retorno y no puedo hacer nada para cambiarlo. No hay consuelo, ni esperanza, ni perdón solo me espera la muerte hacia donde me dirijo. Mi vida simplemente no tiene sentido.

Aldo: y sin embargo me seguis buscando como un confesor, para que escuche tus suplicas, tu desesperante llamado de atención que constantemente me pide que te salve. Pero sabes una cosa yo no te pienso ayudar ni convencerte de lo contrario. No soy capaz de hacer eso.

Lucas: vamos Aldo no te estoy pidiendo que me ayudes. Después de todo vos y yo pensamos igual, lo peor que le puede pasar a un suicida es no morir en el intento. No te llame para eso Aldo, solo quería despedirme.

Aldo: y si realmente te vas a suicidar, ¿para que quieres despedirte si sabes que puede suceder que no te deje morir? Ahora bien ¿Por qué no lo hiciste antes? El fin de los seres racionales es obedecer a la razón

Lucas: me quiero despedir de vos porque sé que sos un tipo que no sería capaz de intervenir cuando me esté muriendo sabiendo que me quiero morir. Y además porque te aprecio mucho

Aldo: no podría hacer nada para evitar eso

Lucas: ósea que simplemente me dejarías morir. ¿ves que tengo razón?

Aldo: no podría hacerlo simplemente porque no tengo el poder para evitarlo

Lucas: Es porque no quieres evitar mi muerte

Aldo: no, es porque no tengo control en lo que haces o las decisiones que tomas. Sólo soy un recurso que utilizas para descargar tus emociones

Lucas: no te uso para nada Aldo, vos sos mi mejor amigo.

Aldo: sin embargo, jamás haces caso de que te digo. Sólo seguís tus propios consejos y cualquier cosa que diga está condicionado por vos mismo

Lucas: eso es porque sos un tipo muy influenciable

Aldo: no es así, pensá ¿Por qué siempre me aparezco cuando estas ebrio y sólo?

Lucas: siempre estoy ebrio y sólo

Aldo: justamente por eso

Lucas: por eso te aprecio Aldo, cada vez que estoy a punto de destruirme te apareces para ponerme una mano en el hombro

Aldo: no soy más que un escape de tu realidad

Lucas: el escape que yo busco es el alcohol y las putas

Aldo: buscas consuelo, no un escape, el delirio es tu salida de la realidad, el alcohol sólo es una herramienta para ese fin

Lucas: no creo que este delirando en este momento

Aldo: pero lo estas, sólo que no podes darte cuenta por vos mismo

Lucas: vos estas aquí y te escucho hablar eso quiere decir que no estoy delirando

Aldo: si es así ¿Por qué me aparezco cada vez que te encuentras irremediablemente alterado cuando tu alma que pide a gritos ser escuchada?

Lucas: porque eres mi único amigo

Aldo: no tienes amigos Lucas

Lucas: yo te considero más que un amigo, sos como un hermano al que puedo confesarle mis deseos se morir

Aldo: hablas de morir como si eso te diera tranquilidad, lo decís para acallar tu alma

Lucas: es mi único consuelo… pensar en mi suicidio

Aldo: si te matas yo me muero con vos

Lucas: ¿vos también te pensas suicidar?

Aldo: no, y no creo que te vayas a dar cuenta

Lucas: ¿pensas que yo te voy a matar a vos antes de que yo me pegue el tiro?

Aldo: Lucas pensa si vos te pegas un tiro yo me muero con vos ¿Qué te dice eso?

Lucas: que vos también estás pensando en el suicidio

Aldo: no Lucas no es así…

Lucas: porque vos bien sabes que podría hacerlo, no tengo nada que perder

Aldo: no Lucas, no estas entendiendo

Lucas: ¿tu vida depende de mí?

Aldo: así es

Lucas: (se ríe) estás loco Aldo

Aldo: vos y yo somos la misma persona Lucas, solo que todavía no te has dado cuenta

Apagón – Aldo desaparece de escena vuelven las luces, Lucas se encuentra solo en escena desorientado.

Escena III

Lucas: (en estado delirante por el alcohol y hablando en voz baja como si estuviera hablando con sigo mismo) no merezco nada, soy menos que nada, solo merezco la muerte, el suicidio es mi único consuelo

Se aparece la Mesera que escucha en silencio lo que acaba de decir Lucas quien se percata de la presencia de esta y la mira confundido.

Mesera: ¿necesita algo más señor?

Lucas: no… gracias

Mesera: vine a decirle que recibimos varias denuncias hacia usted porque esta hablando en voz demasiado alta y esta molestando a los demás clientes. Queríamos pedirle por favor si se puede callar un poco

Lucas: Esta bien, no pienso seguir hablando

La mesera indecisa y sintiendo lastima por Lucas al verlo solo y escuchar sus conversaciones en solitario le pregunta sintiendo lastima por él.

Mesera: sin embargo usted sigue acá

Lucas: ¿eh como?

Mesera: que a pesar de que se quiera morir sigue aquí como si tuvieras miedo a la muerte

Lucas: es verdad tengo miedo a la muerte, pero la vida también es un sufrimiento constante que no estoy dispuesto a seguir soportando

Mesera: hablas de la vida como si fuera algo condicionado, cuando en realidad la vida ofrece una infinidad de oportunidades. No se, me parece que deberías pensarlo mejor

Lucas: es verdad lo he pensado lo suficiente. Lo vengo pensando desde hace años, debería hacerlo

Mesera: es su decisión… por favor le pido que no siga hablando en voz alta porque de lo contrario me va a obligar a pedirle que se retire

Lucas: Entiendo…

Se retira la mesera. Lucas se queda en silencio agachando la cabeza mirando al suelo recostado sobre la mesa.

Aparece Lucía quien reconoce a Lucas y se acerca.

Lucia: Hola amor, ¿Por qué estás tan sólo?

Lucas: (levanta la cabeza para ver a Lucia) siempre estoy sólo, desde el origen nada va a cambiar eso

Lucia: si me doy cuenta. Siempre te veo sentado en la misma mesa de siempre hablando sólo y tomando hasta quedar dormido. ¿Te pasa algo?

Lucas: la vida me pasa y estoy cansado de ella

Lucia: a todos nos pasa la vida corazón, pero hay que vivirla. ¿Todavía no tenes novia?

Lucas: como si mis problemas se solucionarán con coger

Lucia: bueno se ve que eso te falta amor, yo soluciono muchos problemas de tipos como vos cogiendo

Lucas: vos decís eso porque querés que te pagué por coger, pero lamentablemente no me queda efectivo

Lucia: no me hacen falta clientes corazón. Te vine a hablar porque me das mucha lastima

Lucas: que hermoso cumplido que una puta sienta lastima por mi sin esperar que le pague para que además de sentir lastima también coja conmigo

Lucia: no cogería con vos mi vida, sos demasiado depresivo, no siempre me dejó coger con el que me ofrezca plata hay tipos a los que rechazo

Lucas: así que sos una puta selectiva… sin embargo te debo dar la razón ustedes las putas son las únicas que siempre me hicieron sentir bien.

Lucia: Ya vez mi amor lo único que te falta es un poco de placer

Lucas: no es por el sexo por lo que me hacen sentir bien, sino porque además del sexo siempre me gusta entablar alguna conversación con las putas a las que voy, escucharlas hablar y que me cuenten sus miserables historias, compartir nuestras desdichadas vidas me hace sentir compasión por ustedes ya que muchas no tienen elección, como vos por ejemplo que ya hace 20 años que te dedicas a esto

Lucia: hace 22 años mi amor, pero si pudiera elegir otra cosa lo haría sólo que ya no puedo. ¿Quién le daría trabajo a una puta? Estoy obligada a seguir con esto hasta que mi cuerpo no de más y ya nadie quiera estar conmigo, por eso tuve que bajar mi tarifa de precios con los años ya no puedo competir con las pendejas que comienzan a dedicarse a esto

Lucas: (pensativo y mirando hacia un punto muerto) yo una vez me enamoré de una prostituta. Era una piba muy joven que recién se estaba empezando a dedicar a esto fui uno de sus primeros clientes. Ella me contó que había comenzado a dedicar a esto porque su tía la obligaba con quien también trabajaba en la prostitución en el mismo departamento. Estaba en una situación complicada ya que ella era de otra provincia. Los primeros turnos a los que fui con ella el sexo era bastante malo no me podía hacer acabar y siempre se quejaba de que le dolía cuando la penetraba, pero se ve que se fue acostumbrando al oficio de tanto recibir clientes y se volvió más resistente al sexo. Yo al principio no la veía más que como una puta más, pero de a poco fui agarrándole cariño ya que por lo que me contaba llevaba una vida bastante miserable, aún más que la mía, era una piba muy sufrida. Y sentí pena por ella al ser tan joven

Lucia: ¿la invitaste a salir? Digo fuera del trabajo

Lucas: no, siempre que estuvimos fue cuando yo le pagaba nunca le dije lo que sentía por ella

Lucia: ¿que pasó con la piba?

Lucas: se volvió a su provincia la llevo su tía y no la vi más

Lucia: de todas formas vos no habrás sido para ella más que un cliente más, nosotras cogemos con tantos tipos que no tenemos uno preferido. Pero igual, yo así conocí mucha gente y me hice muchos amigos

Lucas: si, lo más probable es que sólo haya sido un cliente más.

Lucia: igual amor déjame decirte que vos sos muy lindo y pareces bastante joven. ¿Qué haces yendo con putas?

Lucas: busco llenar un vacío ante la falta de afecto, llevo un dolor crónico que me persigue desde hace años y no puedo sanar. No pago por el sexo, sólo busco el afecto que siempre se me fue negado. Siempre tengo que pagar para que me quieran

Lucia: ay amor las putas no queremos a nuestros clientes sólo son eso clientes, aunque si hay veces que algunas chicas se terminan volviendo amigas de algunos de sus clientes…

Lucas: aunque sea ficticio el aprecio que me demuestran cada vez que les pago para que estén conmigo, el hecho de que me hagan compañía por unas horas me es suficiente.

Lucia: es así amor, no me quedan dudas… bueno mi vida, me tengo que ir me está esperando un cliente.

Lucas: ¿no querés quedarte un rato más? Te pago la hora, sólo para hablar

Lucia: lo siento amor me están esperando. Chau

Lucas: adiós…

Nuevamente Lucas queda sólo en escena mirando fijamente su vaso vacío de cerveza

Lucas: ¿Por qué siempre tengo que pagar por tener un poco de compañía? (En voz baja)

Escena IV

Apagón, reaparece Aldo se para delante de Lucas quien procede a retirarse del lugar, se levanta torpemente camina unos pasos y se detiene indeciso. Guarda un arma en su cintura con la que piensa suicidarse.

Aldo: ¿estas decidido a seguir con esto?

Lucas: vas a seguir con lo mismo Aldo, ya te dije que no tengo opción

Aldo: soy la parte razonable de tu conciencia que viene a decirte que pares con esto

Lucas: pienso seguir hasta el final

Aldo: ¡No Lucas! Tienes que detenerte a pensar

Lucas no responde se dirige hacia la salida del lugar ignorando a Aldo. Hasta que aparece Sergio y lo detiene a Lucas

Sergio: ¿Lucas? ¿Cómo estás? Tanto tiempo, ¿que andas haciendo?

Lucas: (mirando desconcertado a Sergio) ya me iba Sergio

Sergio: ¿seguro? No te querés quedar un rato más así tomamos algo

Lucas: (indeciso ante la propuesta de Sergio) está bien, pero ya no me queda plata

Sergio: no importa yo invito

Lucas: está bien…

Sergio: vamos a sentarnos (se sientan en la misma mesa donde estaba sentado Lucas) ¿pedimos una cerveza? (Haciendo señas con la mano a la mesera le pide que le traigan una cerveza) ¿Qué es de tu vida? No te veo hace mucho la verdad.

Lucas: si, anduve laburando, pero ahora estoy sin trabajo

Sergio: que lastima yo estoy en un laburo en un instituto y están solicitando un profesor en filosofía si querés te puedo pasar el dato para que presentes currículum, a lo mejor te toman

Lucas: no te hagas problema, ya tengo otra propuesta de trabajo

Sergio: que bien, ¿que andas haciendo? ¿Seguís peleando con todo el mundo? ¿Te acordas aquella vez que te pusiste a discutir con la profesora de epistemología? Como la hiciste llorar me acuerdo. Que tipo complicado que eras

Lucas: inmaduro, no media mis palabras, sólo estaba cargado de resentimiento y rencor. Sentía que sus clases eran inútiles y estaba perdiendo mi tiempo

Sergio: era una buena profesora sólo que era muy sensible, lo que pasa es que vos nunca te llevaste bien con nadie

Lucas: es verdad (mirando hacia un punto ciego)

Se produce una interrupción un sin techo de la calle se aparece para solicitar limosna.

Sin techo: buenas noches disculpen los interrumpo un segundo tuve un accidente hace poco me atropellaron en la vía publica lo que me ocasionó que se me rompiera el brazo derecho como ustedes pueden ver y me lo dejara inutilizado por lo que no puedo trabajar además estoy en rehabilitación para dejar las drogas, si ustedes quieren y nace de su corazón pueden ayudarme con lo que sea para que pueda salir de esta situación. Les doy las gracias y deseo que Dios los bendiga por la ayuda que me quieran ofrecer

Sergio saca cien pesos de su billetera y se los ofrece al hombre sin techo, mientras que Lucas observa en silencio

Sergio: aquí tiene

Sin techo: muchas gracias que Dios lo bendiga

El sin techo desaparece de escena dejando a Lucas quien observa con atención a Sergio

Lucas: ¿eso te hace sentir mejor?

Sergio: ¿Qué cosa ayudar al prójimo?

Lucas: no lo haces por ayudar al prójimo. ¿de qué le puede servir a un drogadicto que le des cien pesos? Para usarlo para comprar drogas o alcohol. Le das plata sólo para sentirte mejor contigo mismo y creer que estas ayudando al prójimo, darle plata al que menos tiene sólo es un placebo, te da la falsa sensación de que estas ayudando a alguien cuando en realidad no lo estas haciendo

Sergio: ¡el mismo Lucas de siempre vos! te gusta genera conflicto donde no lo hay, sólo le di plata porque me surgió hacerlo

Lucas: sin embargo, lo llamaste hace un momento “ayudar al prójimo” la hipocresía moralista de ayudar al prójimo sólo para creer que de esa forma siendo bondadoso con un pobre tipo que vive en la calle en la drogadicción dándole plata para que pueda seguir en lo mismo y creer que de esa forma lo estas ayudando. Ese tipo está condenado a ser un miserable

Sergio: bueno esta bien… ya entendí no hay que darle más plata a la gente de la calle. Que se vayan todos a la mierda ¿verdad? ¿Ese es el punto al que querés llegar? Es ridículo intentar evitar la maldad de los demás en este mundo.

Lucas: no me refinería a eso…

Sergio: siempre desprecias a todo el mundo Lucas, hasta vos mismo te desprecias por eso siempre andas sólo. No soportas a nadie, menosprecias a todo aquel que no es como vos o piensa igual

Lucas: siempre ando sólo porque forma parte de mi naturaleza, busco la soledad

Sergio: pero aun así tenes un amigo, ese tal Aldo del que me contaste una vez

Lucas: más que un amigo es un hermano, anduvo por acá hace un momento

Sergio: ¿el tipo también es docente me dijiste? No me contaste como perdiste las horas que tenías en el Don Orione

Lucas: Si, él trabaja en el colegio Don Bosco en la nocturna. De Don Orione renuncie, no estaba cómodo hace rato que me quería ir de ahí

Sergio: que raro, porque yo también trabaje en el Don Bosco y no conocí a ningún Aldo, además mi mujer sigue trabajando ahí le voy a preguntar la próxima vez si lo conoce… ¿Ósea que renunciaste? Tenías muy buenas horas en el Don Orione

Lucas: quería dejar de laburar como docente eso es todo

Sergio: ¿No tenes pensado seguir trabajando en la docencia? ¿Qué vas a hacer ahora entonces? ¿Tenes algún plan?, me dijiste que tenías otra oferta laboral

Lucas: (Lucas asiente con la cabeza) tengo un plan si

Sergio: ¿No tiene nada que ver con la docencia? ¿Cuándo estudiábamos en el instituto te acordas? Aunque nunca te llevabas bien con nadie y siempre te sentabas solo, todos decían que ibas a ser un buen docente, hasta los profesores lo reconocían. Te habías ganado el respeto de todos. Inclusive de Cerbero, que era insoportable, a vos siempre te trataba con mucha estima

Lucas: las personas siempre se hacen una mala imagen de mí, eso es todo. Y no recuerdo que nadie me haya dicho que iba a ser un buen docente. De hecho no lo soy

Sergio: pero… ¿qué te anda pasando Lucas? Vas a terminar igual que Lázaro

Lucas: Lázaro no tenía miedo de tocar fondo por eso término de esa forma

Sergio: no sé cómo habrá hecho para terminar la carrera. Trabajamos juntos un tiempo, en el mismo colegio, pero después renuncio y no lo volví a ver más. No sé donde habrá terminado

Lucas: se murió por una sobredosis…

Sergio: ¿En serio? Qué lástima que haya terminado así, era un tipo con mucha agudeza intelectual. ¿Vos no iras a terminar igual verdad? No es la primera vez que te veo tomando solo, siempre fuiste de tomar mucho recuerdo que sabias entrar ebrio a clases. Por eso te vi y viene porque pensé que necesitabas hablar con alguien

Lucas: ¡No me rompas más las pelotas! Queres hacer un acto de caridad. ¿Ayudar al prójimo?. Como hiciste con el mendigo de mierda ese, si nunca hablamos, ¿qué mierda te venís a querer a hacer el amigo conmigo? ¿Tengo que estar agradecido con vos porque me invitaste a tomar una cerveza? ¿Te tengo que agradecer también? Pedazo de gil

Sergio: no… Lucas no es eso, es que simplemente te vi y quería pasar a charlar un rato

Lucas: déjame en paz, ya te dije

Sergio: (desconcertado por lo dicho por Lucas) está bien, me voy entonces… de todas formas ya es tarde y me debe estar esperando mi señora

Lucas queda en silencio y Sergio procede a retirarse del lugar dejando solo a Lucas.

Escena V

Apagón, vuelve a reaparecer Aldo sentado al lado de Lucas quien se encuentra nuevamente en el mismo lugar con la cabeza inclinada hacia el suelo y una mano en su vaso de cerveza y en silencio

Aldo: si es la soledad lo que buscas, ¿Por qué seguís recurriendo a mí?

Lucas: porque no tengo a nadie más…

Aldo: es decir, que ni vos mismo te podes salvar

Lucas: no me quiero salvar

Aldo: pero aun así, me volves a buscar

Lucas: siempre te apareces sin que te llame

Aldo: ¿es así Lucas? O me traes cada vez que hay algo que te genera miedo

Lucas: ¿De qué puedo tener miedo?

Aldo: de morir

Lucas: eso ya lo tengo asumido, todos vamos a morir en algún momento

Aldo: pero tu momento está cerca

Lucas: (vuelve a encender un cigarrillo y lo deja encendido en el cenicero) cuando se acabe ese cigarro voy a terminar con mi vida

Aldo: tenemos poco tiempo entonces. Algo de lo que quieras conversar antes de morir

Lucas: parece que ahora si estas decidido a dejarme morir

Aldo: ya asumí que no se te puede hacer cambiar de idea, entonces para que luchar

Lucas: (un minuto de silencio) si hay algo de lo que me lamento es el haberlo abandonado a Lázaro y dejar que se mate de esa manera, nunca llegue a perdonármelo por nada. Siempre lo incite a que siguiera autodestruyéndose jamás le puse un freno, a pesar de que veía que se iba deteriorando más y más.

Aldo: era un nihilista que esperabas pero… ¿realmente te sentís culpables? ¿O solo estas queriendo aparentar que te importa?

Lucas: él era como un hermano para mí, era más hermano que mis hermanos de sangre, claro que me importaba. Lo que más extraño de él son esos proyectos que siempre tenía en mente, nunca empezaba lo que se proponía y ni terminaba lo que empezaba ¡ja ja!, ¿vos lo conociste a Lázaro?

Aldo: no, me conociste después de que el murió

Lucas: es verdad, hasta puedo ver un parecido de el en vos

Aldo: es que yo soy Lázaro, vos me creaste como lo recordabas a el

Lucas: debo haber tomado demasiado, vos no podes ser Lázaro, él está muerto

Aldo: ¿Lázaro trabajaba en el Don Bosco?

Lucas: si

Aldo: ¿y donde trabajo yo Lucas?

Lucas: en el Don Bosco

Aldo: ¿y usaba siempre una boina como esta?

Lucas: si, ¿Por qué te vestís como Lázaro?

Aldo: debe ser porque soy el

Lucas: Lázaro también usaba unos zapatos como esos (señalando hacia el suelo a los pies de Aldo)

Aldo: es verdad, yo siempre use zapatos

Lucas: (mira el cigarrillo que había dejado encendido en el cenicero) ya queda poco tiempo…

Aldo: ¿no vas a cambiar de idea?

Lucas: no, ya llego mi hora…

El cigarrillo se consumió completamente, Lucas saca de su cintura el arma con el que pensaba suicidarse, de forma veloz la lleva atrás de la cien por arriba de la oreja y efectúa el disparo. Se escuchan gritos de fondo. Lucas queda tendido sobre la mesa inerte y sin vida

Aldo: un disparo certero (se levanta y se retira de escena)

FIN

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