De
venerables maneras, sin estatua,
partícipe
de estos otros monumentos,
que
en tierra surgen de manos obreras.
Escupo,
sí, sobre mi tierra, blanqueando
sus
muros de apelmazado adobe.
No
hay suficiente polvo que cubra
bulbos
tan odiosos, desprecio mi patria.
Como
desprecié, de adolescente, el orden
público,
los libros de secundaria,
y
el abandono de los columpios en primavera.
©
OPINIONES Y COMENTARIOS