CENTRO DE GRAVEDAD PERMANENTE
Nicolas Delacarta (2023)
CAPÍTULO I
La estación espacial Century ingresa a la atmósfera terrestre a velocidad supersónica. Sus paneles solares son los primeros en sufrir el choque con el aire más denso y con una fuerte sacudida los arranca de cuajo del armazón. El cuerpo completo de Century es rodeado por una aureola de fuego que en pocos segundos logra dejar incandescente su casco. En su interior, todo se tiñe con una luz amarillenta y un intenso alarido a metal desgarrándose agita toda la estructura. La estación completa no puede mantenerse unida y un estallido la despedaza en cientos de partes.
Un campesino en una aldea de Asia oriental observa el espectáculo de estrellas fugaces que se apagan mucho antes de llegar a tierra.
CAPÍTULO II
Hace un mes que la nueva tripulación de la estación espacial Century investiga las fluctuaciones magnéticas en las bacterias. Pero no todo parece estar bien, el Capitán Blu desde hace un tiempo sospecha que alguien está trabajando en un proyecto secreto a sus espaldas. Su investigación lo ha llevado a descubrir que faltan registros en la memoria de DAR2, el cerebro electrónico que controla toda la estación, desde los desechos, la generación de energía y hasta el mantenimiento de los motores propulsores. Tales registros borrados ocultan los trabajos que se realizan en el laboratorio. El resto de la tripulación son los biólogos Desmond y Luigi.
Blu tamborilea sus dedos sobre el tablero de control mientras su mirada se fija en una fotografía de su familia sujeta al margen de un monitor. Durante un minuto se mantuvo abstraído en sus pensamientos hasta que con un movimiento brusco comienza a redactar un email. Debido a lo delicado de la situación, envía el mensaje solo a su superior directo, al Tte. Amaris, con todas sus conjeturas.
Mientras tanto en el laboratorio, Luigi flota jugando con un modelo tridimensional de la bacteria A23 para intentar determinar porque concentra ciertos minerales en su cuerpo.
Desmond lo sigue con la mirada unos segundos con un gesto de desdén ー Este viejo ¿quien se cree que es? ー se pregunta, mientras analiza una serie de mil muestras de la misma A23 para detectar una falla en su reproducción.
Había pasado solo una hora y Blu no recibió respuesta a pesar que DAR2 confirmó la recepción del mensaje. Inquieto como si tuviera una molesta espina, busca entre las estadísticas y encuentra algo llamativo. Luigi tiene mucho menos actividad en el laboratorio que Desmond, ¿acaso este despreocupado biólogo ha borrado intencionalmente sus trabajos para ocultar el secreto?
Acaricia su mentón mientras repasa los números con la mirada ー ¡vamos a hacerlo! ー decide en un segundo. Presiona su intercomunicador personal que lleva en su antebrazo y coordina una reunión con Desmond luego de la cena, también le solicita que sea reservado con todo lo que hable con Luigi.
Desmond cierra la comunicación y mira de reojo a su compañero, este escribe algo en su libreta roja que siempre lleva consigo mientras tararea una canción de los años ‘80.
En la reunión Desmon le muestra a Blu la libreta roja.
ー ¿Es la libreta de Luigi? no debiste haberla tomado es muy celoso con sus cosas, se dará cuenta que lo estamos vigilando ー dice Blu alarmado.
ー No se preocupe Capitán. Pensará que se le cayó al escusado. En cualquier momento habrá que cambiarles los pañales al viejo ー responde Desmond con una sonrisa burlona.
Entre ambos detectan que registra una serie de códigos, pero en realidad son los cuatro últimos números de los archivos faltantes en la memoria de DAR2.
Blu cierra los ojos ante la evidencia abrumadora ー lo enfrentare ahora antes que sea demasiado tarde ー
ー Yo enviaré otro mensaje al Tte. Amaris, nos dirá cómo proseguir ー agrega Desmond y el Capitán asiente con la cabeza.
CAPÍTULO III
El Capitán Blu ingresa al módulo dormitorio y encuentra a Luigi realizando unos croquis en una pequeña pizarra. Arroja la libreta sin decir palabra, esta pasa flotando por delante del rostro de Luigi y la atrapa ー Gracias ー responde con una sonrisa, la guarda en el bolsillo de su chaleco y continúa con sus dibujos.
En ese instante ingresa Desmond trayendo novedades del Tte Amaris.
ー ¿No dirás nada? ー pregunta Blu manteniendo la calma ante su indiferencia.
ー Okey me agarraron. Tome algunos dulces de más, pueden tomar de los míos y prometo que no volverá a suceder ー Luigi abre sus ojos esperando su perdón mientras balancea el lápiz entre sus dedos.
Desmond le acerca a Blu su intercomunicador donde puede leer las órdenes enviadas por el Tte. Amaris. Luigi mira a uno y a otro sin entender qué sucede.
El Capitán Blu con un tono algo desmedido y haciendo alarde de su rango, le ordena a Luigi que se mantenga en el dormitorio y tiene prohibido transitar por la estación hasta tanto un grupo de guardias lo escolten con el Tte. Amaris. Tales palabras calaron hondo en los sentimientos del biólogo que no hicieron más que irritarlo.
ー ¿Qué demonios sucede Blu? ¿Quieres ganar tu estrella de niño explorador? ー vocifera Luigi
ー El Tte. Amaris confirmó que has tenido contacto con la organización Caine y tienes registrado en tu libreta los archivos faltantes en la memoria de DAR2 ー le responde con mirada desafiante.
ー Estaba investigando la falta de esos archivos, pero no tengo nada que ver con ello… y nunca tuve contacto con esa organización terrorista ー se defiende Luigi de las acusaciones mientras extiende sus brazos por encima de su cabeza con sus manos abiertas.
ー Lo explicaras en tierra, quédate aquí ー Blu finaliza la discusión de forma áspera dándose la vuelta para retirarse del módulo dormitorio.
ー Como dijo Einstein “La estupidez humana es infinita”. Eres un bocotas Blu ¿Nadie te lo dijo? ¿Por qué no hablaste conmigo antes? Preferiste al lamebotas de Desmond ー
Ambos ya fuera del módulo, dejan al biólogo enfurecido. Desmond se encarga de cerrar el compartimiento sin antes echarle una mirada helada que hizo retroceder unos centímetros a Luigi.
CAPÍTULO IV
Horas después Blu reflexiona sobre las decisiones que tomó. La organización Caine es demasiado para Luigi, se dice para sí. Nunca fue mi amigo pero conozco su trayectoria profesional y también su carácter volátil, pero de allí que lo considere un asesino, es muy distinto.
Se acercó a la consola de mensajes y dos preguntas atravesaron su cabeza como un rayo: ¿Por qué el Tte. Amaris respondió el mensaje de Desmond y mi mensaje pasó desapercibido? ¿Cómo puedo probar si el sistema de comunicaciones de DAR2 está corrupto?.
Decide enviar un mensaje describiendo todo lo sucedido a una cuenta propia secundaria. Sus dedos martillean el teclado a un ritmo acelerado al igual que un pianista virtuoso interpretando una obra de Vivaldi. Finaliza y lo envía sin dudar. En pocos segundos recibe la confirmación que el mensaje ha llegado a destino. Sin perder un segundo más revisa su cuenta de mensajes secundarios y descubre lo que más temía. El mensaje en realidad no llegó, significa que las comunicaciones están siendo controladas por alguien. Pero ¿cómo recibió Desmond el mensaje? yo lo vi.
Intentando responder todas las preguntas que surgen en su cabeza y abstraído en sus pensamientos, no percibe que Desmond se acerca por detrás con un objeto metálico en su mano, suspendido levemente sobre él, lo golpea con toda su fuerza en la cabeza.
CAPÍTULO V
Blu intenta abrir sus ojos, pero la luz lo encegueció y vuelve a cerrarlos. Un intenso dolor de cabeza no le permite ni siquiera moverse. A medida que va recuperando la conciencia, el más mínimo sonido o roce de su cuerpo con cualquier objeto con que se tope en su flotación a la deriva, le confiere un tormento semejante a sentir que alguien le arranca el cerebro con los dedos.
ー Buenos días mi bella durmiente. Has vuelto a los brazos de tu príncipe azul ー esas palabras taladran el cuerpo de Blu generando todo tipo de resonancias hasta que despierta de su letargo. Con dificultad logra abrir sus ojos y puede ver que está encerrado junto con Luigi, mientras este le regala una sonrisa irónica.
ー Se lo dije, Prefirió oír a Desmond y ahora estamos encerrados con este loco al mando ー refunfuña Desmond.
ー Pero ¿Por qué está haciendo esto? ー pregunta el Capitán mientras se toca la cabeza para saber si no la tiene abierta.
ー Ya le revise la cabeza, solo tiene un fuerte golpe ー le dice Luigi, y agrega ー No lo se bien, pero creo que tiene algo que ver con la investigación de A23. Estaba intentando potenciar su virulencia, tal vez lo quiera vender como arma biológica ー
ー Es una locura, causaría una epidemia que mataría a todos, ni él podría sobrevivir ー sentenció Blu y con sus dedos presiona sus ojos para intentar reducir la jaqueca que lo tortura.
ーOh, el admirado Capitán Blu fue engañado ー Una carcajada se escuchó del otro lado de la puerta. Desde la pequeña ventana circular se asoma Desmond exhibiendo el arma con que golpeó a Blu ー eso no sucederá, sinteticé la cura en mi sangre y luego la replicaré en vacunas para que la reciban aquellos que se alineen con Caine ー
ー ¿Estas demente? siempre me pareciste un idiota ー le grita Luigi.
ー Los demente son ustedes. Caine solo quiere proteger a la naturaleza de la destrucción que crearon en la Tierra ー responde dejando ver gestos de furia en su rostro.
ー Espera Desmond, esta no es la forma … ー Blu intenta persuadir pero el biólogo transformado en carcelero lo interrumpe.
ー Ya es muy tarde. Fue un placer conocerlos caballeros. En una semana el planeta sucumbirá en su propia soberbia ー Desmond se aleja hacia otro sector de la estación.
ー Muérete estupido ー le grita nuevamente Luigi.
CAPÍTULO VI
ー Capitán ¿Se da cuenta que va a matarnos? cuando lleguen los de la guardia lo llevaran a Tierra y desatará el virus ー dice Luigi tomándose la cabeza con ambas manos.
ー Si lo se, lo se. Podríamos intentar llegar a la cápsula de emergencia y lanzarnos a Tierra, sin antes colisionar la estación contra la atmósfera ー planea Blu mientras se da sus últimos masajes en el cuello.
ー Su plan me parece excelente y al demonio con todo esto. Pero si estamos encerrados … ¿cómo llegamos a la cápsula? ー pregunta el biólogo frunciendo el ceño.
Blu se lanza por el aire hasta llegar al costado derecho de la puerta, allí presiona una cobertura plástica de unos diez centímetros hasta partirla, retira la cobertura y queda expuesto un comando que al girarlo destraba la puerta.
ー ¡Secretos de diseño! lo habían colocado por si alguien quedaba encerrado por accidente ー Blu intenta no sonreír mucho por su hazaña porque le haría doler su maltrecha cabeza, pero para Luigi es la primera vez que lo ve reír, después de todo algo de humor le cabe, se dice para sí.
Abierta la puerta, el Capitán detalla más el plan ー Tu iras a la cápsula para preparar el escape, mientras yo me dirigiré al mando de control para ordenar a DAR2 que ingrese a la atmósfera ー
ー Antes pasaré por el laboratorio ー agrega Luigi apresurado.
ー No, por favor Luigi, cíñete al plan ー insiste Blu clavando sus ojos en los de él.
ー No se preocupe Capitán será rápido ー Blu deja de insistir para no perder más tiempo pues cuando algo se le mete en la cabeza al biólogo es imposible hacerlo cambiar de parecer.
Blu sale primero, su cuerpo flota y se desliza por el túnel que lo lleva al eje troncal desde donde se conecta la mayoría de los diversos sectores de Century. Desde su posición, no observa a Desmond por ninguna parte. Con una seña le indíca a Luigi que avance hacia él. Cuando ambos están juntos se saludan deseándo suerte y se lanzan a cumplir su misión.
CAPÍTULO VII
Luigi observa en su recorrido que Desmond está en la cocina preparando un suculento almuerzo. Luego de doce horas de encierro sin probar bocado, se le hace agua la boca, pero sacude su cabeza antes de cometer una mala decisión. Por su intercomunicador informa a Blu en donde se encuentra Desmond ー Perfecto, tenemos un par de minutos ー respondió el Capitán.
El viejo biólogo llega primero al laboratorio, allí busca en los armarios un juego de radios. Verifica que funcionen y conecta una de ellas al control de un horno de pruebas químicas, la otra radio se la queda con él. Toma un recipiente al que agrega un par de sustancias y lo coloca dentro del horno.
Mientras tanto, Blu intenta modificar la órbita de la estación pero DAR2 no responde a ninguna de sus órdenes.
ー ¿Problemas con la navegación Capitán? ー pregunta Desmond con sarcasmo, quien se encuentra detrás de él apuntándole con un revólver ー No lo intente más, Caine tiene el control de la estación ー
ー ¿El Tte.Amaris es Caine? ー pregunta Blu para desentrañar el misterio del mensaje.
ー Como siempre no tiene idea de nada, no se como logro ser Capitán ー responde mientras se acerca como una bestia a punto de matar ー el mensaje no era real, el sistema de comunicación suprime los mensajes que afectan a nuestros objetivos y crea falsas respuestas. La gente en la Tierra cree que todo está de maravilla aquí ー los gestos de Desmond se volvieron enigmáticos hacia el final, haciendo prever que lo peor estaba por venir para Blu.
Ese momento de silencio insoportable es quebrado por la voz chillona de Luigi que se escucha por el intercomunicador ー Ya tengo todo listo Capitán. Apúrese o me voy solo ー lanzando una corta carcajada en broma.
ーVoy a matar a ese anciano, no lo soporto ー replica Desmond apretando los dientes, pero ese malestar lo distrae de vigilar a Blu y este aprovecha para golpearlo en el rostro sin poder arrebatarle el revólver. Sus cuerpos se trenzan en el aire forcejeando por el control del arma. Desmond golpea con su cabeza la cara del Capitán y logra dominarlo cuando hunde el cañón del arma en su estómago. Blu se detiene y acepta su derrota.
ー Ahora iremos a buscar a nuestro amigo así se une a la fiesta ー Desmond toma del traje al Capitán y lo coloca con un empujón delante de él para tenerlo a tiro si intenta algo.
CAPÍTULO FINAL
Sentado en su butaca con las correas de seguridad colocadas dentro de la cápsula, Luigi observa como Blu y Desmond se acercan deslizándose por el túnel de conexión.
ー ¿Vienes con nosotros Desmond? ¿Ya te aburriste? ー Sonríe burlonamente Luigi.
Ambos se detienen justo a la entrada de la cápsula y advierten que el biólogo escapista ha desprendido un pequeño panel del tablero de comando de la cápsula y cortó un racimo de cables.
Desmond observa la escena completa como un padre contemplando cómo su hijo destrozó media casa y no sabe si matarlo o perdonarlo, solo dice ー Creo que tu Alzheimer avanzó a más no poder, te ahorraré la humillación de vivir en un asilo y orinarte encima ー Blu al escuchar como Desmond pierde sus estribos con el accionar de Luigi, hace esfuerzos para ocultar su risa hasta que tose toscamente para disimular.
ー Ahora vamos todos nuevamente al dormitorio ¡Ya! ー ordena Desmond casi gritando.
ー No pienso moverme de aquí ー responde desafiante Luigi.
ー Por favor Luigi, no podemos irnos, han hackeado a DAR2 y todo está bajo control de Caine.
Lejos de salir de la cápsula, Luigi comenzó a contar una historia ー Hace treinta años yo era parte del equipo que construyó el primer cerebro electrónico. Lo bautizamos ENIAC en honor a la primera computadora construida en 1945. Pero al tiempo comenzó a pensar por sí mismo y te aseguro que no era alguien a quien quisieras conocer. Borramos todos su archivos y le cambiamos su nombre a DAR1, pero nuevamente volvió a crear rutinas de archivos poco amistosos. Volvimos a realizar el procedimiento de borrar todo, pero esta vez más profundo, hasta que se mantuvo estable y lo llamamos DAR2 ー Blu y Desmond escuchan sin decir palabra como dos niños al que se les está contando un cuento ー Me costó darme cuenta, pero en realidad Caine es ENIAC al revés ¿Estoy en lo cierto? ー Luigi fija sus ojos hacia arriba como esperando la respuesta del mismísimo Dios.
ー Felicitaciones profesor Luigi. Me ha descubierto ー La voz sintetizada de DAR2 imitando a una voz humana se escuchó en cada rincón de la estación. Luigi lo sospechaba y no mostró sorpresa, en cambio Blu empalideció al darse cuenta que estaba dentro de la boca del lobo ー Propongo que dejen a un lado todo tipo de juicios y enemistades para unirse a mi causa ¿Aceptan? ー
ー Si nuestra respuesta es NO ¿Qué hará con nosotros? ー pregunta Blu mientras observa si tiene alguna posibilidad de arrebatarle el arma a Desmond.
ー Creo que ustedes lo saben. Piensenlo mejor, son muchos allí abajo que quieren un cambio ー afirma DAR2, aunque su voz es inexpresiva, Luigi sabía que estaban llegando al límite de la paciencia de la máquina.
ー En realidad son muchos los idiotas que le hacen caso a una lata que está flotando en el espacio. ¡Esta es mi respuesta cerebrito! ー grita Luigi desde su butaca, su rostro estaba totalmente rojizo producto de la sangre que bombeaba a toda fuerza su corazón para preparar su cuerpo para el combate. Mueve su mano izquierda hasta la radio que tiene a su lado y la enciende. Esta transmite la señal a la radio que quedó en el laboratorio conectada al horno que inicia su calentamiento. El aumento de temperatura súbita genera que la sustancia allí colocada se combustione en forma instantánea. La explosion sacude a toda la estación a tal punto que la desplaza de su órbita y la onda expansiva mete de cabeza a Blu y Desmond dentro de la cápsula.
Desmond no puede mantener el arma en su mano y la suelta, lo que aprovecha Luigi para atraparla y arrojarla afuera hacia el túnel. Blu le propina una nueva trompada al rostro de Desmond y este queda aturdido.
ー Capitán, presione el botón de eyección antes que esto se transforme en un infierno, corté los cables de DAR2 y no puede detenernos ー grita Luigi a más no poder, mientras se empieza a percibir el terrorífico zumbido de aceleración a Tierra.
Blu presiona el comando, la escotilla se cierra y se despega de la estación a tal velocidad que Blu y Desmond al no estar sujetos a sus butacas se estrellan contra la pared por la fuerza centrífuga quedando inconscientes.
Desde el estrecho ojo de buey de la cápsula, Luigi puede ver cómo la estación Century se les viene encima como una bestia hambrienta. Ese pequeño contenedor de vida humana pasa milagrosamente por entre la estructura de la estación sin sufrir daños.
Luigi estira sus brazos para traer a los dos astronautas a sus butacas, los arroja como le es posible y las correas de sujeción se extienden automáticamente sobre ellos y los presiona contra los asientos. No parecen estar para nada cómodos pero al menos no se mataran al ingresar a la atmósfera, estima el biólogo.
Cierra sus ojos y se prepara para recorrer a toda velocidad su ingreso a tierra mientras tararea una vieja canción de los años ‘80 de Franco Battiato “Centro de Gravedad Permanente”.
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