Guardo lo nuestro en una caja sin nombre, en un rincón lleno de polvo. Como todo lo que fue de nosotros, algo que no me atrevo a nombrar con el temor que en un suspiro salga tu nombre y ruede una lágrima de mis ojos que desentierre algún recuerdo que pueda desgarrar mi alma, me haga rendirme y buscarte pues dejaste un vacío que no logro completar, nos convertimos en uno y al separarnos mi corazón se fue contigo.

Veo entonces la caja, e imagino las fotos, anillos, cartas, libros y vagos recuerdos de lo que algún día nos prometimos y llamamos amor, pero fue tan intenso que terminamos llamando locura.

Cae la noche helada lo veo y deseo abrirlo, pues se bien que hay prendas con las que un día me cubriste del frío, pero ahora solamente me recuerdan al frío que siento porque no estás conmigo.

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