Cueste lo que cueste, tienes que salir de la cueva de los miedos; tienes que luchar por tu vida, por tu libertad, por tu felicidad; te debes todo el tiempo que perdiste en mediocridades, en llorar y en ocuparte de cosas insignificantes y personas que no merecían la pena; págate lo que te debes, agradece cada día despertarte y volver a vivir, escúlpete una sonrisa en tu cara antes de levantarte, vístete con actitud positiva, ponte zapatos que pisen fuerte y sin miedo, escoje cada día el camino de la consciencia más pura.

Aprende que debes vivir por ti, vive para cumplir tus sueños y haz que vuelen bien alto, que lleguen al cielo y se mantengan flotando al nivel de las nubes; no permitas que nada ni nadie te lastre al fondo de la oscuridad; dale valor a tu tiempo, a tu vida, date valor a ti mismo; no le pongas nunca precio a lo importante del mundo, sólo escucha a tu corazón y siente, haz caso a tus sentimientos, a todo lo que te hace sentir bien, porque tus sentimientos no te engañarán nunca.

Y si por casualidad o causalidad te equivocas y vuelves a sentirte perdido, solo, roto de dolor y desesperado; saca todas tus fuerzas ocultas y vuelve a salir de ahí.

¡Créeme!

¡Merece la pena!

¡Cueste lo que cueste! 

Dedicado a quien le fallen las fuerzas.

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