Entre sábanas revoltosas

Rostro pegados, caricias de piel a piel

tomados fuerte de las manos, dedos entrelazados

¡Se sentía tan bien…!

Observaba su rostro tan perfecto, tan perfecto

nos mirábamos a los ojos y nos desconectamos del mundo

quería tanto decirle lo mucho que sentía por ella

quería decirle cuanto la amaba

quería decirle cuanto la necesitaba en mi vida

quería decirle demasiadas cosas

era el momento perfecto, pero sabía que arruinaría todo

solo atiné a decir entonces, algo tan básico como lo era yo

¡te quiero tanto, pequeña!

mientras la abrazaba y besaba su frente le decía

¡te quiero tanto, pequeña!

una vez más ambos allí, entre sabanas revoltosas sintiendo todo

sin poder ser nada más que una historia sin pasado y sin futuro.