He estado mucho tiempo en este follaje infinito, con amigos y familia, pero nada cambia, pues hay un techo infinito de hojas que no me deja ver algo que me intriga, es como una esfera dorada en el cielo, si claro hay cosas aquí; muchas lianas, ríos, piedras, especies y flores, pero me parece un poco caótico todo esto, siento como si yo no perteneciera aquí, respeto las tradiciones de mi tribu, familia y antepasados, pero… me gustaría saber que hay afuera de esta cárcel de hojas.

Han llegado unas personas, se parecen a nosotros, sin embargo, visten prendas plateadas y montan animales que nunca he visto, parecen alienígenas. No puedo negar que me asusta el hacer contacto con ellos, pero mi curiosidad es más grande.

He hecho contacto con ellos, parecen amigables, al igual que nosotros parecen algo extrañados, lo importante es dejar el miedo a un lado y compartir cultura, al parecer soy el más interesado de mi tribu en ellos, pues parece que el resto de mi familia los odian, y al yo estar interesado en ellos a mí también. Es para mi imposible el no estar impactado con su presencia pues es lo más novedoso que he visto desde que nací, me han invitado a unirme a ellos y obviamente acepté gustosamente.

Habiendo convivido con ellos me doy cuenta de que ellos son como un rayo de luz en la planta más necesitada de esta misma luz, cual gota de agua en deshidratación, ellos son modernidad en antigüedad, por esto me voy con ellos. Me han guiado a su medio de transporte y con solo verlo me convenzo de que esto es lo que no solo yo necesito sino toda mi familia, una vez subido a este que le llaman barco puedo ver muchísimo mejor, un gran mar, y el cielo, ahora que lo noto puedo ver esa esfera dorada, a esta le llaman sol, ya entiendo haci que, de allí rayos de luz, espero poder llevar este mismo rayo a mi familia cuando regrese.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS