En una escuela no muy popular al norte del país en medio de un bosque se encontraba una pequeña niña llamada Darla de aproximadamente unos 8 años que tan solo contaba con su madre y dos hermanos, Leticia la mayor de 9 años que por supuesto era la más sociable y Estiben que a su poca edad de 5 años ya era muy inteligente y le apasionaba la física y todo lo relacionado. Darla a comparación de sus hermanos le apasionaba la ciencia y no era ni social ni muy paciente con las personas y eso no la ayudaba mucho a hacer amigos ya que al no establecer una conversación con los de su edad siempre terminaban alejándose y viéndola como bicho raro, pero eso a Darla no le interesaba mucho, lo que realmente le interesaba era ser la mejor en su pequeña escuela y soñaba en que próximamente ser la mejor en su carrera, aunque aún no sabía exactamente qué es lo que quería, pero su mamá le decía que estaba bien y eso era lo que importaba. 

En su escuela había distintos concursos de ciencia, deporte, teatro, música y ajedrez en las cuales Darla se metía a todos a pesar de no saber hacer ninguna, a final de cuentas el chiste es aprender; trataba de absorber todo el conocimiento de todo tipo porque “algún día iba a servir” eso decía, se estresaba por ser perfecta en lo que hacía. Leticia siempre tuvo suerte, ella sin esforzarse y simplemente por caerles bien a las personas obtenía fácilmente lo que quería, Darla y Leticia siempre eran comparadas a pesar de que su madre siempre trataba de vestirlas igual, peinarlas igual, y ser lo más justa posible con ellas siempre hubo una cierta comparación ya que Leticia contaba con ser más linda en forma física y de carácter, más amable y ponía primero los intereses de las personas externas antes que la de ella y pues Darla, era más “egoísta” si se podría llamar así cuando una persona primero ve por ella y no le interesa lo que piensen los demás si no estaba de acuerdo con su mentalidad. Nadie sospechaba, pero Darla siempre utilizo a Leticia para superarse por que como ella era la “rechazada” o al menos eso era lo que ella pensaba, tal vez ese era el trato que ella pensaba merecer.

Al terminar la primaria ella se graduó con honores tratando de enorgullecer a su madre y superarse de cierta forma, no era mucho, pero para ella en ese momento solamente era el inicio de grandes logros y una pequeña demostración que a su poca edad podía lograr mucho más que tratar de ser bonita o jugar con muñecas como la mayoría de las niñas a su edad. 

Al entrar a la secundaria se volvió todo un reto ya que a comparación de los demás adolecentes ella estaba desactualizada al no enfocarse o estar en comunicación con la sociedad por tanto tiempo, era un desajuste a todo lo que ella era, estaba fuera de lo que conocía y podía comprender, no entendía como podían ser tan inmaduros, tener tan poco interés en lo que realmente era importante para la vida, o al menos lo que ella pensaba que era lo necesario para la vida. Conforme paso el tiempo fue tratando de encajar con las personas que la rodeaban, pero para ella eso era una pérdida de tiempo, porque para encajar necesitaba establecer pláticas sobre algo tan poco interesante, utilizar nuevos peinados y nueva ropa que no era para nada su gusto, y principalmente era mostrar desinterés hacia la escuela o pensarían que eras una nerd, y eso no era permitido ya que los que veía que eran así, notaba que les causaban daño psicológico y tenías que aguantar a los fastidiosos, inútiles e inadaptados que apenas y sabían escribir, y eso jamás, prefería tener a pocos amigos que trataban de comprender los temas y cambiar un poco su aspecto a pasar por eso. Al final eso no ayudo mucho, se dieron cuenta del gran interés por el conocimiento y especialmente por la ciencia se convirtió en la más inteligente de su salón y como era una ambiciosa por ser la mejor, se volvió la mejor de la escuela metiéndose a todos los concursos que se podrían imaginar, pero lo que no contaba era que aún le faltaba muchísimo para encajar y ser reconocida, exacto eso es una tontería de la sociedad y no tenía el por qué hacerlo, a final de cuentas a ella no le importaba lo que pensaran los demás o ¿sí?. 

A finales del segundo año de secundaria conoció a un joven llamado Enrique, que era muy inteligente, pero le ganaba ser parte de la estúpida sociedad y eso le atrajo a ella, el ser parte de ambas cosas era lo que le gustaba. Pero obviamente para ella eso era una pérdida de tiempo y no le hacía mucho caso. Pero el, él era impresionante, trataba de encajar con ella y sus intereses, y por supuesto no le interesaba su aspecto de nerd con combinación de desesperación por ser o estar a la moda. Él se acercaba cada vez más a ella a pesar de no recibir ninguna respuesta de ella. Darla siempre se mostraba desinteresada a lo que él hacía y tal vez eso era lo que más le gustaba a él. 

Cuatro meses después de que Enrique le rogara y tratara de todo para llamar su atención por fin Darla le dijo que si, aunque no estaba muy convencida aun de esa decisión, pero eso sería un cambio y tal vez así entendería muchas cosas del comportamiento de los demás. 

Darla era demasiado penosa con él, no sabía que se debería de hacer en una relación, estaba fuera de su entorno todo esto, pero poco a poco el trataba de guiarla, él siempre la entendía, todas las personas incluyendo a maestros estaban seguros de que él era una mala influencia para ella, pero eso Darla lo tomo como como un reto, y eso fue una muy mala idea, trato de cambiarse a ella y cambiarlo a él, tratar de adaptar lo que no le convencía. A mediados de tercer año de secundaria ella ya era totalmente otra persona y el mejoro en sus intereses, su comportamiento mejoro y todos comenzaron a opinar lo contrario sobre ellos y ella estaba feliz, pero necesitaba un nuevo reto en su vida, ya se había vuelto todo tan ordinario que eso le causaba ansiedad.

Darla se había vuelto la más popular sin notarlo y lo que más le gustaba es que no había descuidado para nada sus estudios ni sus intereses, era la mejor, pero su relación no tanto, ya que su mamá de Darla jamás acepto esa relación, para ella siempre Enrique seguiría siendo una muy mala influencia para su hija que siempre había tratado de ser la mejor, Darla siempre trataba de hablar con ella pero jamás lo logro, siempre antes de comenzar a tocar el tema ella le dejaba claro que siempre sería un no, Darla aferrada a Enrique y queriendo de obtener su objetivo como siempre lo había hecho, mantuvo la relación en secreto mientras convencía a su madre de que él era un joven bueno para ella y al obtener siempre la misma respuesta ya no insistió más simplemente mantuvo su relación en secreto y separando su vida de su madre. 

Un día después de un concurso de teatro decidió escaparse a un parque con Enrique, en realidad no fue más de una hora, pero para su madre eso fue eterno y se imaginó un sin fin de posibles cosas que le pudo haber ocurrido a Darla, así que decidió mandarla a buscar por todas partes, con la policía, con todas las personas, Darla tranquila, sin saber lo que sucedía regreso a casa muy tranquila y lo primero que recibió fue una bofetada de parte de su madre, Darla no dijo nada, bajo la cabeza y se retiró a su cuarto, minutos después su madre la llamo para hablar con ella sobre lo sucedido, por fin escucho lo que tenía que decirle sobre el joven pero ya lo había arruinado al escaparse con él y decidió darle la razón a su madre y por un tiempo no vio a Enrique.

Un mes después, al notar su gran tristeza de Darla, decidió darle la oportunidad al joven y conocerlo, así que, muy emocionada Darla busco a Enrique y poco a poco se retomó la relación que mantenían y mejoro muchísimo para ambos, su madre no aceptaba aun en su totalidad a Enrique ya que seguía con la misma opinión, que no era su entorno, no era la persona que quería para su hija, pero simplemente eran novios, que más podía ocurrir.

Ambos salieron de la secundaria con excelentes calificaciones y al entrar a la prepa ambos quedaron en distintas escuelas y a una distancia muy impresionante, pero ambos seguían viéndose y es no les era un obstáculo. Darla siempre mantuvo sus estudios como principal interés y jamás las descuido a pesar de que en el transcurso tuvo distintos cambios y obviamente podría también con una relación a distancia, sin en cambio eso no le era muy agradable a su madre, ya que para ella ya era momento de terminar esa relación sin algún futuro. 

Darla y Enrique a pesar de que siempre le demostraban un gran control de todo su entorno jamás fue suficiente para su madre, así que prohibió totalmente cualquier contacto entre ellos, Darla no tuvo otra alternativa más que aceptar lo que su madre pedía. La ruptura con Enrique le afecto demasiada asta en sus estudios y eso realmente era impresionante pero aun así su madre esta vez no dio marcha atrás, no quito su castigo.

Un año después Darla se tomó el tiempo de pensar, ¿Cómo hubiera sido mi vida si jamás hubiera cambiado por la sociedad? ¿Me hubiera ido mejor o peor? Jamás lo sabrá, pero lo que está segura es que nunca volvería a ser alguien que no le guste, no cambiaría sus ideales por complacer a los demás, era mil veces mejor ser cien por ciento ella a ser del montón.


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