El deseo simplemente es lo que la imaginación recrea de los más profundos sentimientos ahogados del corazón, sentimientos banales quizás… Sin importancia, que podrian ser como un cero a la izquierda… Pero el deseo es lo que le da vida al amor… Mi corazón no quiere dejar de sentirte y mi cuerpo sigue reaccionando a tu tacto aun sin que tu estes aquí, en la misma habitación que yo… Pero es por el deseo que tengo de ti, que mi imaginación vaga a tráves de los recuerdos, llevándome a esos días atrás, en los que no salíamos de la habitación de aquel hotel cinco estrellas donde éramos y podíamos ser una sola alma y cuerpo, mis deseos por ti me llevan a querer sentir tu cuerpo junto al mío, a querer estar sentada sobre tus piernas, abrazada a tu cuello, hundiendo mis delgados dedos en tu despeinado cabello azabache, besándonos tan lenta e intensamente que duela, sentir como poco a poco vas dejando caricias pausadas y esparcidas por mis piernas desnudas, provocando arder mi piel de deseo con tan solo un roce, mientras deslizó la punta de mi lengua sobre el borde de tus labios, trazando su silueta…

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