Oh amada mía, la oscuridad abunda mi ser, cada día me duele más y no se como calmar esto que siento en mi pecho. La melodiosa voz me pide tu consuelo y en un mar de lagrimas añoro tu recuerdo. Payasa mi alma maquillada de aspectos tristes y desolación, mirada perdida relucía en mi interior, tu lecho de muerte reencarnaba mi placer y la venganza desangraba tu poder. Lunática sociedad deteriora mi mente, corrupción humana alimenta mi paladar, gustosa rebeldía devela mi muerte y en sueños tu carne exquisita no paro de observar. ¡Oh! Gran amor de mi vida, luego de verte llorar aquel día mis emociones contenidas sintieron empatía, salieron a flote destruyendo todo a su paso, mientras la melodía divina desgarraba tu partida. Sonidos pulsativos animaba mi espíritu, tus suspiros formaban mi canción favorita y tu aliento traía paz y alegría. ¡Oh! Nebulosa lluvia angelical, tu que pegas fuerte en su piel de porcelana, llévala a mis aposentos y guía de luz mi camino mientras procuro no morir en el intento. La penumbra de la noche adornaba mi silencio, liquida carga pesaba en mis brazos, manchas sublimes tornaron mi seda y negra la noche alababa mi detonante. Odio las estrellas de tus sanguinarias manos, luces ojos cristalinos, brota hierva del estrago. Sirenas desnudaban mi vista, rodillas en el suelo clamaban mi salvación, fuego escandaloso ceñía de rojo mi país y las sonrisas jóvenes se desvanecían en su color. Entre las rejas mi dueño descansaba, cenizas placenteras enjoyaban su dental, comunidad revolucionaria afrontaba la adversidad y el hombre salvaje aterrorizaba su personal. Sentencia mi futuro e impacta mi destrucción, extingue mi lucha y libera mi motivación. Ciega mi calvario y arrulle mi inocencia, cierra mis ojos y ponme a soñar la libertad del ser yo para no perderme en mi sendero.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS