Y pensar que frente a tu rostro me sentía divagar.
Y pensar que quise un día dejarlo todo y no vover jamás.
Esos ojos, esos labios que me invitaban a soñar.
Fueron tantos los sueños que no dejaba de cantar.
No había angustía sólo tu mirar.
Y pensar que un día te pude alcanzar.
OPINIONES Y COMENTARIOS