Estoy pidiendo prestado ropa dorada de la puesta del sol

dejarlo sin visión

uno que no existe

porque no me merece

Los tambores de la boda son escuchados

mientras limpia el polvo de larga data

relleno en el peine.

Cuando la medianoche

descenderá sobre nuestras casas

ropa dorada

Los dejo en las cabezas de girasol.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS