Miro tus ojos, enrojecidos de tanto llanto
Miro el vestigio de mi alma
Y mi corazón atormentado
Cómo haces inmenso algo que realmente fue tan escaso?
En mi dulce soledad me sigo cuestionando en qué momento decidí dejar mis sueños
por tenerte aquí a mi lado
Por qué deje que tu voz
apague el eco de mi canto ?
Con que intención te convertiste
en el motivo de mis quebrantos.
No me voy a arrepentir del amor que te he brindado
Aprendí a ser luz, aún con mis faroles apagados
A ser felicidad inminente, por tus sombras asomando
A ser brisa en la mañana
A ser el refugio de tus llantos
Pero hoy estamos frente a frente
Sin siquiera poder mirarnos
Nos convertimos en utopías
En dolor, agonía y letargo
Soy el frío de la multitud
En el eterno vacío de tus manos.
Sos la mentira que saboteó
Mis momentos más anhelados.

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