Qué fue de Tristán e Isolda.

Qué fue de Tristán e Isolda.

¿Su pasión fue aquella muerte?

Nuestro amor no llegó a escribir,

ni tan siquiera una historia,

casi impasible,

humeaba callado.

Pasaba las horas hilvanando el humo que lo envolvía,

para hacer algo que pareciera que estaba absorto.

Las cosas humeantes son silenciosas,

te queman muy lentamente.

Tus recuerdos afilados han cortado mi risa en mil pedazos pequeños,

sólo canto la canción de las aves perdidas.

Les han movido sus ramas,

han cambiado las sombras que ya sabían.

Siempre hay nubes que pueden cubrir el sol también,

hay escarchas que están en su luz,

imposibles de odiar.

Hay amores tristes que no se pueden mostrar delante de todos.

Nunca sabes lo que puedes no encontrar.