“Entró a la cocina y se disparó” – Diablos, es demasiado sencillo – “Entró a la cocina y se preparó unos fideos, pese a ser las 6 de la mañana” – No, no, no, es muy poco descriptivo, falta más -“De repente le asaltó el hambre. Se dirigió a la cocina; esa horrible y siempre sucia cocina. ‘Ni los vagabundos sentirían comodidad en este desorden’, pensó distraído mirando desanimado una media palta en mitad de la mesada. Intentó clavar la uña para revisar si ya estaba madura ‘sigue igual de dura que la semana pasada, y en el mismo lugar’ siguió como si no le importara’’.- Bien, mejor, pero son las 6 de la mañana, tengo que dormir un poco, no entiendo lo que escribo. Seguiré un poco más -“Puso al fuego una olla con agua, la saló en abundancia. Quería dispararse, pero no recordaba el motivo. Se rio pensando irónicamente que los muertos no necesitan comer fideos’’. – Bueno, es hora de ir a dormir. ¡Que calor y humedad!-

Despertaron. -Otra vez esta asquerosa cocina. Algún día tengo que pensar en limpiarla. La media palta no está. En fin- “Se despertó. Fue a la mugrienta cocina y se comió lo primero que vio: media palta,”- No, las personas no se despiertan neutrales.- “Sonó la alarma” -¿Por qué una alarma?- “Lo despertó el sol de la mañana. Desembarazado del sopor, se vistió y fue a la cocina por el desayuno. Vago por naturaleza, se decidió por media palta del día anterior en la mesada. La mordió con desgano, pues aún estaba dura”.- Suena terrible, ¿quién va a creer tales absurdeces?, además le clave la uña el otro día – “Estaba toda enmohecida, la tiró al tacho de basura. Abrió la heladera para buscar algo de comer; el típico medio limón de las fiestas pasadas, un huevo dejado por incertidumbre, un paquete vacío de leche.” -No quiero seguir, me deprime describir mi heladera.-“Urdió un desayuno de cereales con leche en polvo”– suertudo. Creí haber comprado leche en polvo- “Azotaba la gris pesadumbre de la tristeza, el aburrimiento y bilis negra”. – ¿Cómo no pensar en los grabados de Durero cuando tengo uno en el living? Al menos encontré pan…-“Deprimente constante, fútil del dolor, abrigo de frio, vigilancia nefasta de la existencia… ¿Todo me duele igual que a ti, no? Escrito lirica pero ni un solo amigo en el mundo; se reclinaba sobre su poltrona. Comió su triste pan. Caviló sobre las dolencias mencionadas, y en particular si era mejor ser parte del destino literato o la ignorancia apacible. -¿Por qué me quería matar si todavía no concluyo mi obra?- “¿Por dónde iba?”-Se preguntó por la media palta que no encontró, que si no era todo como algo que no se encuentra en la realidad pero si, únicamente, en ficción, y una vez terminada la febril búsqueda, estaba destinada al desencuentro fatal entre el imaginario o la ausencia infructífera. Que si era el quien escribía la obra, o era la obra quien lo escribía a él.

“El vaso esta medio lleno o medio vacío, pero en el fondo un agua estancada.”

Fin.

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