Y fui ascendido en esencia,
Sí, mi espíritu escuchó el llamado de tu voz,
Por mi nombre me has llamado,
Y tú mano me trajo hasta tí.
Los vestidos de mi alma resplandecen,
Pusiste corona de luz en mi frente, y sobre mi frente pusiste tu sello,
Me marcaste para el tiempo de tu gloria,
Me postré ante tu presencia,
Glorioso y sublime.
Perfección eterna eres tú,
Tú que eras y serás,
Tú que permaneces en tu esencia poderosa,
Tú que eres justo, fiel y verdadero,
Ante tí en lo más alto de tu lugar santo me encuentro,
Y veo como te aproximas ante mi con tu gran amor y en tu mano sostienes un bello cántaro y en el las bendiciones, virtudes, dones, talentos y muchos otros regalos celestiales que derramaste sobre mi cabeza así como el profeta llena el cuerno con aceite y lo vierte sobre la cabeza del nuevo ungido del Señor, así como ungiste a tus Reyes me ungiste con bendición celestial, y me pusiste nombre nuevo.
Por tanto he de correr ante tu presencia para adorarte y alabarte y me sumergire en el fuego de la santificacion que fluye de tu altar donde resplandece tu trono y en presencia de tus Serafines juntamente cantaré a tú nombre santo y las siete lámparas encendidas frente a tu trono me harán ver tu grandeza y me instruiran con tu Santo espíritu y pondrás en mis manos el fuego de tu espíritu y con él bendecire a tu pueblo.
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