Arranque hojas de mi cuaderno..

Hay actividades que uno deja de lado y luego de un tiempo pierden el significado que tenían en un inicio.

Han pasado un sin fin de situaciones que nos aislaron a ser más cómodos  y volvieron fácil el hecho de cumplir con las personas el dia de su cumpleaños, en su graduación, al ganar un campeonato o en cualquier ocasión en la que nuestra felicitación es la protagonista.

Y lo primero que pensamos cuando llega la fecha de aquellos eventos es comprar un regalo bonito, grande o en su defecto, aún siendo pequeño debe ser costoso. Parece que la intención camuflada de aquello es lograr que quien lo reciba se sienta importante. ¿ Y si el factor económico no es favorable?, ¡ayuda!

Optamos por lo más sencillo, no ir o pedir prestado dinero con tal de llevar en manos un regalo. Pero hay detalles que parecen haber pasado de moda, como si en la vida existiera una tendencia que marca la sociedad. Sin embargo, hay creatividad en nosotros de por medio y no debemos esperar una fecha en el calendario para hacerlo.

Llevamos tan impregnado el decir » no tengo tiempo», «no puedo hacerlo», «no sé que escribir», pero si detenemos en seco a nuestra predisposición así como lo hacemos al conducir y en el camino alguien se cruza sin precio aviso, entenderemos que hay mucho por decir y donde lo plasmemos será algo secundario.

Me permití arrancar las últimas hojas de mi cuaderno y escribir sobre ellas imaginando tener de frente a quien yo quisiera. Producto de ello ya me hallaba platicando con algunas personas. Suena loco, pero no principal motivación era no tener excusas para dejar de hacerlo.

Las reuniones en la nueva actualidad se volvieron limitantes, por ello había que ser más organizados con el tiempo. Y escribiendo una carta en cada una de las 8 hojas de mi cuaderno pude burlar el tiempo. Hablé de recuerdos llenos de risa, llantos y superación, además me permití dar las gracias a quien iba dirigida cada carta.

Estaba claro después de 6 años que muchas personas llegan a nuestra vida y que sólo quienes te ayudan a crecer permanecen a tu lado. Después de 2 horas logré mi propósito «escribir cartas», antes lo hacía con la creencia limitante que este acto era sólo romántico.

Pero no importa, aquellas horas fueron para mi como un salvavidas, porque al despertar el dia en que las iba a entregar sabía que regalaba un pedacito de mi. Quienes recibieron las cartas de sorprendieron, pero yo…

YO AMÉ HACERLO….