Puedes prometer un para siempre.

Puedes creer un para siempre.

Puedes sentir un para siempre.

Incluso,

puedes imaginar un para siempre.

Pero, no puedes hacer nada si de repente la vida quiere y te borra (él) para siempre. Todo parece perfecto y una ruptura queda lejos, pero en un segundo, el miedo cala en tus venas y las lágrimas hielan tu pena…cuando tienes en frente tu para siempre rompiéndose inevitablemente.

Es entonces cuando la realidad cobra vida, la tienes delante aguantándote la mirada mientras tú luchas por esa tinta que pensabas no se borraba.

Para…

porque el siempre siempre miente y nunca hace lo que promete.

…siempre

PD(M): Nos soltamos las manos, cada uno por su lado, rezando para que el mundo no fuera plano

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS