Esas conversaciones frente al espejo,

las dudas lo adornan,

Sin pensar las penas azotan los recuerdos,

Estos poemas sin palabras,

Los trenes se fueron al rincón de los jubilados,

Donde están mis pies,

Los cielos que agonizan en las fauces rojas de los atardeceres en otoño.

Así es mi amor en los recuerdos añejos del dolor,

Marchamos cabeza gacha a la utopía de los amantes

Esas carcajadas que parten de tus ansias a los recuerdos amargos de los años,

Los labios ya no son rojos,

Solo pálidos como los sueños que se sueñan más de una vez,

Entregue todo,

No deje ni para las noches de invierno,

Cuando el frío entra sin respeto por las orillas de mis lágrimas,

Hasta el amanecer nublándolo todo,

De tanto andar con penas, me apena verme triste,

De tanto andar con hambre,

Solo me quedan las encías ensangrentadas,

La mixtura de letras y sentimientos apasionados,

Reconfortan las esperas, sin límites,

Estas ansias de estar en tu enagua, no parten,

Bailan alrededor de las tumbas abiertas,

Esta forma de recordar tus ojos,

Nutre los tendones gastados,

Y traicionándome digo te amo.

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