por ti, por nosotros

Mi autocontrol pierde ante ti, la espera es el peor enemigo de cualquiera y resulta que cualquiera soy yo.

A veces pienso que quién me tiene en condena es ella y no tú, pero ella no aparece sin ti.

Difícilmente me resisto y a este punto dudo mucho que sea amor y no capricho pero escribes que vienes camino a casa y entonces me maldigo.

Cuando creo que por fin lo he decidido, cuando mis límites parecen claros y mis impulsos controlados, ahí estás, frente a mi puerta.

No logró ser tan fuerte, la espera de que esto quizá hoy pueda ser diferente me tiene envuelta de fe.

Pero el mañana es el mismo ayer.

Mientras la miradas callan, deseo dejar de esperar, por ti, por nosotros.

Etiquetas: amor

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