Novena estación

Novena estación

Wil

02/05/2021

Novena estación

Llega el autobús a la novena estación
con algo de noviembre para viajar triste;
con el sol alumbrándome en silencio
como recordando para que lo olvide
muriéndose anochecer.

Pasan afuera ciudades y personas
que viven en función de un reloj,
que me marchita un poco más a mí
porque cuando recibí la flor
yo fui el único iluso.

*
Cae mi alma bajo cielos nublados, que una vez fueron azules,
como los ojos de una rosa que prefirió haberse marchitado
antes que amarme.
Y qué cruel fue con mis labios
al intentar besarme, como regalo de tantas promesas;
qué cruel fue con mi vida
al llenarla de improvisadas sonrisas
que también se alejan.

*

Llego de noche y me sonrío en soledad;
brilla la ciudad muy lejos de mi herida
de verla y acordarme de lo inusual
que era amarla cruzando esquinas
trazadas sobre su piel.

Me quedo esperando la rosa de ojos azules,
espero las rosas teñidas de atardecer
para sentir de inocente aquel amor
soñando para mí que también lo besé
aunque sea un momento.

*
Cae mi alma bajo cielos nublados
que una vez fueron azules,
como los ojos de una rosa que prefirió haberse marchitado
antes que amarme.
Y qué cruel fue con mis labios
al intentar besarme, como regalo de tantas promesas;
qué cruel fue con mi vida
al llenarla de improvisadas sonrisas
que también se alejan.

*

Yo fui el único iluso
al creer que mis años, al irse despacio
siempre la esperaban regresar.

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