Secreto de Familia

Secreto de Familia

Sabrina I

25/04/2021

Era una noche oscura y presagiosa como cualquier otra noche londinense. El hollín de las chimeneas no deja respirar bien, el aire es espeso y rancio debido a los fluidos que emanan de las fábricas ubicadas en el west end que son arrojados al rio. La pestilencia del Londres victoriano es la prueba de que la revolución industrial está en marcha. Londres es una ciudad donde convergen dos mundos el de la opulencia y el de la miseria más atroz. La pobreza es conductora de toda clase de vicios y los lupanares abundan más que las escuelas. Incontables niños recorren las calles en busca de ingenuos a quien robarles. Algunos, de estos niños son llevados ante la justicia y son sentenciados a la horca o en el mejor de los casos enviados a las colonias. En ese contexto, es que el abogado Smith Tompson, se encontraba dando vueltas por la ciudad. Había conseguido un empleo en el bufete de su tío quien le tenía una tarea reservada. Sería su primer caso uno bastante complicado, una sucesión de bienes. Era imperioso que esos documentos arribaran a Londres. Ya que en la ciudad había una mujer que decía ser la única dueña de todo. Pero, sin embargo, el cliente del tío de Smith decía que esa mujer era una lunática que no tenía pruebas de lo que decía. Su historia era totalmente inconsistente. De hecho, había sido ingresada por mucho tiempo en el hospicio más famoso de todo Londres, Bethlem. A pesar de esto, la justicia ordenaba que se aclarara este altercado judicial que no había podido tener una definición clara para alguna de las dos partes. Por alguna razón, el cliente del tío de Smith parecía que adrede dilataba la situación. El tío de Smith llego a pensar que tal vez la mujer de Bethlem no estaba tan loca, pero quien iba a creer aquella historia.

Luego, de que su tío le diera esta breve introducción a Smith donde quedaban más preguntas que respuestas, este se dirigió a tomar el tren que lo llevaría a Escocia donde se reuniría con el cliente. Smith emprendió su viaje, pero no llego al castillo hasta bien entrada la noche una bien gélida. Lo primero que percibió fue un lugar oscuro sombrío cubierto de vegetación. Varias ventanas tenían los vidrios rotos y la puerta de entrada parecía desencajada. Parecía una casa abandonada. Sin embargo, de la nada salió a recibirlo un sirviente que le indico entrara rápido. Por esos lugares a esas horas los lobos merodeaban, le indico a Smith. Lo hizo pasar a un salón inmenso que estaba iluminado por una gran chimenea en la que ardía un prominente fuego del que chisporroteaban llamas danzantes. El sirviente le dijo que ese era el cuarto más cómodo. Por el momento, le haría traer la cena ahí, hasta que su dormitorio estuviera listo. Al señor de la casa lo vería en la biblioteca por la mañana ahora se encontraba indispuesto y no le iba ser posible recibirlo.

Nuestro señor Smith devoro la cena. No se la veía apetitosa, pero tenía un hambre voraz. Luego bebió una copa de vino y se empezó a dormitar en el sillón. De repente, grito que lo estremeció. Llamo al sirviente el cual se apersono enseguida y le indico a Smith que no era nada. Una casa vieja como aquella y medio derruida se escuchaba todo tipo de ruidos. Que seguramente había sido una pesadilla. Lo acompaño a su dormitorio y le instalo ahí para que durmiera cómodo.

Smith estaba muy cansado y realmente el vino hizo el resto. Cayó rendido en la cama. Ni tiempo de desvestirse tuvo.

Al día siguiente vio despuntar la luz por una de las ventanas, se levantó, vio que nevaba intensamente y se preguntó: – ¿si algo me pasara como haría para llegar al pueblo?, pero inmediatamente se le borro esa idea. Golpearon a su puerta. Se trataba del sirviente que le indicaba que era hora de desayunar. Luego sería recibido por Mr. Johnson tal se lo había indicado la noche anterior.

Así sucedió, a eso de media mañana Mr. Jonson recibió en la biblioteca a Smith. La charla que mantuvieron fue amena y cordial. Hasta que Smith menciono los papeles de la sucesión; Mr. Jonhson,se puso a la defensiva. Profirió todo tipo de insultos y agravios a la mujer de Bethlem. Según Mr. Jonhson aquella era una impostora que se quería hacer pasar por la dueña de todo y declararlo a él como un vil usurpador. Sin embargo, a Smith, algo le resultaba inusual en toda aquella situación y era que Mr. Jonhson dilataba la entrega de los documentos y un trámite que debió a lo máximo durar un día ya llevaba semanas. Sentía desconfianza de Mr. Jonhson. Por momentos parecía ser un gran anfitrión y por otros parecía sentirse invadido por la presencia de Smith. Pero Smith no podía irse sin llevarse consigo aquellos documentos así se lo había indicado su tío.

Esa noche Jonhson y Smith estaban cenando en el comedor a la luz de otra chimenea que los mantenía abrigados y de repente sintieron un ruido. Algo golpeo la inmensa ventana del frente y los vidrios se astillaron. Smith pego un salto de su asiento y pregunto sobresaltado ¿qué era eso? A lo que Jonhson respondió: – mi amigo cálmese esta es una casa muy vieja y derruida hay ruidos todo el tiempo y las cosas se rompen de mirarlas. Pero Smith seguía angustiado. Pensó, tal vez los lobos quieran entrar o tal vez algún aldeano quiera robar. Ninguna respuesta lo dejaba satisfecho. Se retiro a su dormitorio, pero no lograba conciliar el sueño. De repente en medio del silencio, una noche sin luna y un frio gélido sintió otra vez un grito estremecedor. Esta vez no había bebido vino ni estaba dormido. Definitivamente no era un sueño.

Primero se estremeció. Luego salió del dormitorio con vela en mano y recorrió el lugar. Los sirvientes que eran muy pocos para un caserón tan grande estaban todos dormidos. Fue ahí cuando a Smith se le ocurrió ingresar en la biblioteca a buscar los documentos. Tomarlos y salir corriendo de aquel lugar tenebroso.

Luego de buscar durante mucho rato sin obtener resultados satisfactorios. Encontró que moviendo un libro se abría una puerta secreta que daba a un pasadizo que llevaba sin lugar a duda a alguna parte de la casa. Smith, ansioso por encontrar los documentos y largarse de ahí siguió el pasadizo y llego hasta una habitación sin ventanas totalmente obscura. Apenas la vela iluminaba el lugar, de repente, sintió un fuerte golpe en la cabeza y se desmayó. A la mañana, siguiente el sirviente lo fue a despertar y le dijo que lo habían encontrado tirado en las escaleras. Que seguramente tropezó y cayo. Pero, Smith sabía que no se había caído por ninguna escalera que algo o alguien le había dado un golpe. Esa noche decidió emprender de vuelta su incursión a la biblioteca a buscar nuevamente aquellos documentos. Hizo lo mismo que la noche anterior. Pero para su sorpresa, cuando llego a la habitación sombría, estaba de espaldas Mr. Jonhson quien le dijo: – mi amigo evidentemente usted es un hombre muy sagaz y entrometido hay secretos que nunca deben revelarse. Cunado Jonhson se dio vuelta estaba convertido en hombre lobo. Smith trato de huir, pero le fue imposible Jonhson salto sobre él y de un mordisco le arranco la yugular fue una muerte rápida, aunque la habitación quedo bañada en sangre. Al día siguiente, el sirviente se encargó de limpiar todo incluso el dormitorio de Smith no debía quedar rastros de su existencia. Jonhson llamo al bufete del tío de Smith y dijo que este había desaparecido, así como los otros cuatro abogados que había mandado anteriormente.

El sirviente se acercó a Mr. Jonhson y le dijo: – ¿señor usted cree que la familia está a salvo, que nunca seremos descubiertos? En ese momento Jonhson tomo el portarretrato y sonriendo le dijo al sirviente, Sarah y los demás están a salvo jamás descubrirán nuestro secreto, así como nunca sabrán que la familia de Johnson fue devorada por nosotros. ¡Quién va a creerle esa historia a la loca de Bethlem! La única sobreviviente.

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