Puerta del ocaso, claro
infectado de rugidos,
tinieblas de azúcar, suerte,
palabras del repertorio.
Pronto anochece la noche.
Llena de desvelos marcha.
Revela un misterio, voz
trama real o ficticia,
paso ligero y ameno,
larga despedida, tierra.
Hombre viste de valiente.
Mirada impresa y pausada.
Camina desolado, entre
finas y rústicas hierbas,
intruso en vida, mentira,
maldito paso, furioso.
Maderos de tez ardiente.
Deuda con el creador.
Luz en la belleza, para
no enloquecer bravos tonos,
servidumbre y orden, don
cuestión de reflexionar.
Sin la ayuda de Antonio Valero nada de esto hubiera sido posible.
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